Desde que Meghan Markle y el príncipe Harry decidieron abandonar la realeza británica en 2020 en busca de una vida más “normal” en Estados Unidos, la ex actriz ha estado en el centro de la polémica. A pesar de alejarse del Reino Unido, Meghan ha estado ocupada con una variedad de proyectos, incluyendo podcasts, fundaciones, y su línea de lujo American Riviera Orchard.
No obstante, su exposición constante y su disposición a hablar sobre su experiencia en la realeza han suscitado críticas, con algunos sectores acusándola de oportunista. A pesar de las dificultades y el rechazo, Meghan ha utilizado su plataforma para abordar temas profundamente personales, incluyendo su salud mental.
En una emotiva entrevista para CBS, Meghan reveló que, durante su tiempo en la realeza, especialmente mientras estaba embarazada de su hijo Archie, luchó con pensamientos suicidas debido a la presión y el acoso mediático. La exactriz explicó que “simplemente no veía una solución” ante la avalancha de informes negativos y la presión de la vida real.
Meghan y Harry han canalizado sus experiencias hacia un propósito positivo con la creación de The Parents’ Network, una iniciativa lanzada bajo la Fundación Archewell. Este programa busca apoyar a padres que enfrentan dificultades similares, ofreciendo ayuda a aquellos cuyos hijos han sufrido debido a las redes sociales, han enfrentado problemas de salud mental o han perdido a un hijo.
“La única cosa que queremos hacer como padres es proteger a nuestros hijos”, comentó Meghan, enfatizando el compromiso de la pareja de contribuir al cambio positivo en el ámbito digital y apoyar a otras familias.
A medida que Meghan y Harry siguen su camino en Estados Unidos, sus esfuerzos por abordar estos temas sensibles y su voluntad de compartir su propia experiencia continúan generando un amplio debate y, con suerte, contribuyen a un mayor entendimiento y apoyo para quienes enfrentan desafíos similares.