CD. DE MÉXICO.- Sonriente, feliz por ganar su tercera medalla en Juegos Paralímpicos, ahora en Río 2016, la atleta María de los Ángeles Ortiz afirmó que en noviembre decidirá si se retira o continúa en el deporte para iniciar lo que sería su cuarto ciclo, de cara a Tokio 2020.
La lanzadora de bala regresó a México, tras competir con éxitos en los Paralímpicos y reiteró su postura en contra de los dirigentes del Comité Paralímpico Mexicano (Copame), y de la misma Federación de Deporte sobre Silla de Ruedas, organismos a los que acusa de bloquear a los deportistas de las nuevas y pasadas generaciones.
Asegura que tantas irregularidades le tienen cansada y la han desgastado mucho, y más que nada impiden que el deporte avance. “Molesta mucho ver entrenadores sin perfil al frente de selecciones nacionales”, afirmó la medallista.
Repitió estar en contra del sistema que rige actualmente (con la presidente de Copame Liliana Suárez y su antecesor que aún continúa ligado a dicho organismos, Pablo Lárraga), motivos por los cuales no querría continuar en su actividad. Sin embargo, aclaró que además de este problema, también tiene planes personales que desea cumplir, como dirigir sus empresas: una escuela de taekwondo, un deportivo y un gimnasio que tiene en Veracruz, donde reside con su familia. Aparte, está pendiente hacer un libro biográfico, proyecto detenido desde hace algunos años.