AGENCIA
Hawái.- La geología submarina de las Islas de Hawái alberga una de las formaciones más impresionantes y fascinantes del planeta: Mauna Kea, una montaña que, medida desde su base en el fondo oceánico hasta su cumbre, supera en altura al Monte Everest. Con más de 10 mil metros de altura, esta estructura volcánica no solo es la más alta de Hawái, sino también la más alta del mundo en términos de elevación total.
Situada en la isla de Hawái, Mauna Kea es un sitio de gran relevancia científica, especialmente por su actividad volcánica y su importancia cultural para los pueblos originarios de la región. La montaña es conocida por su impresionante paisaje, que atrae tanto a investigadores como a turistas interesados en explorar su enorme volcán y observar el cielo desde uno de los mejores puntos de observación astronómica del mundo, dado que su cumbre se encuentra por encima de la atmósfera y ofrece una vista clara del espacio exterior.
Sin embargo, a pesar de su majestuosidad, Mauna Kea también es considerada una de las 20 atracciones naturales más peligrosas del planeta. Su actividad volcánica continua y las extremas condiciones meteorológicas que predominan en su cumbre -con temperaturas gélidas y fuertes vientos- convierten a esta maravilla natural en un lugar de alto riesgo, especialmente para los aventureros y científicos que la exploran.
Este gigante volcánico sigue siendo un área de estudio y observación, tanto para geólogos como astrónomos, y su importancia sigue creciendo debido a su singularidad geológica y su rol cultural en la historia de Hawái. Mauna Kea no solo es una maravilla de la naturaleza, sino también un símbolo de la belleza y los desafíos que presenta el planeta.
