De la Redacción
El Buen Tono
Huatusco.- El desconocimiento de las personas en relación con las diferentes especies de serpientes y víboras que existen en la región provoca que la mayoría, al encontrarse con ellas, las maten por temor a ser víctimas de sus picaduras, manifestó el estudiante de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Christian Yobal.
Añadió que los seres humanos temen que les transfieran su veneno y les ocasionen la muerte, por eso se deshacen de ellas, “ese tipo de situaciones genera la extinción de los animales, aunque también influye el crecimiento urbano que repercute en su entorno natural, por ello es que cada vez se les ve más cerca de la población”.
Ilustra
Aunque Christian Yobal cursa su instrucción universitaria en la ciudad de Puebla, radica en Huatusco, aprovecha su tiempo libre para capacitar a estudiantes de diferentes escuelas, y a grupos de rescate sobre la forma de cuidar a las especies.
Explicó que en la zona aún les falta completar un conteo sobre las víboras; sin embargo, varias de ellas sufren las
consecuencias del
desconocimiento.
Precisó que entre las más afectadas están la denominada cascabel, palanca, falsos coralillos, estos últimos son los que más se encuentran con las personas y los han matado por temor, tras confundirlos con coralillos de verdad.
Reacción
El entrevistado explicó que, en caso de encontrarse con una serpiente, cualquiera que sea su especie, lo primero que se debe saber es que no atacará mientras se sienta segura, sólo actuarán si es que percibe peligro, de lo contrario permanecerán quietas, e incluso se alejarán del lugar.
Añadió que es importante conocer las características de cada una para detectar cuáles son venenosas y cuáles no, de esta manera se permitirá que ellas continúen viviendo en el hábitat de la región y a su vez ayudar a controlar otras plagas, ya que tienen un papel importante dentro de la naturaleza.
Colección
Subrayó que en su casa tiene diferentes ejemplares, pero cuenta con documentación que tramitó ante varias dependencias, por ejemplo, boa constrictor, “mazacuata”, spilotes pullatus “súchil” (Lamproleltis Polyzona), “coralillo macho”; Leptodeira Maculata; “palanquilla u ojo de gato”, Coniophanes Fissidens “Chirrionera” Lampropeltis Polyzona “coralillo macho”, Ninia Diademata “falso coralillo”, todas son no venenosas.
Estas especies que tiene en casa le han permitido llevarlas a diferentes escuelas y mostrarlas a los alumnos, para que las conozcan y las cuiden cuando se encuentren con ellas.
Hizo notar que varias acostumbran meterse debajo de piedras, escombros, y algunos muebles, pero únicamente buscan resguardarse o protegerse de otras especies, “es algo natural entre ellas para
defenderse”.