Orizaba.- Los actos delictivos que se han registrado desde principios de año y a lo largo de los últimos meses en la zona Centro, han acabado con la vida nocturna, afectando la economía de la región.
El sector juvenil es el más perjudicado en ese sentido, en cuanto a diversión se refiere, pero sin duda el que más gana, por no arriesgar su vida al no resultar dañado o víctima en un enfrentamiento, en el momento inesperado.
Los ajustes de cuentas entre integrantes de bandas criminales es el pan nuestro de cada día para los antros, bares o simples lugares de diversión, que temerosos abren sus puertas al público.
Hace unos años, en los municipios de la zona Centro, los diversos lugares de diversión reunían a cientos de jóvenes los fines de semana, ahora ya son mínimos los que quedan, poco a poco han estado desapareciendo y la fiesta apagando.
La violencia que azota la región sigue provocando malestar en los sectores de la población, que se manifiestan contra este tipo de situaciones.
A fin de prevenir y detener los actos delictivos que se viven en la región, las corporaciones de seguridad han intensificado sus recorridos, principalmente por centros nocturnos.
El objetivo de estos es que se apliquen las medidas de prevención, así como los reglamentos respectivos para el funcionamiento de los establecimientos nocturnos, y evitar riesgos de personas que asisten a estos lugares.
A pesar de los operativos, no han sido detenidos ni ubicados los delincuentes que han participado en hechos delictivos ocurridos en los centros nocturnos.