Cordoba.- Un matrimonio y su menor hija de 4 años, fueron embestidos por una patrulla del Mando Único, anoche en el cruce de la avenida 31 y calle 19, de la colonia Paraíso, donde falleció el padre de familia y la menor, mientras una mujer quedó grave, al igual que un vecino que permanecía junto a su vehículo y fue prensado por la unidad oficial, que circulaba a velocidad inmoderada, sin sirena, en persecución de una motocicleta y no respetó la preferencia de paso.
Tras el accidente, llegó otra patrulla a apoyar a sus compañeros, a los cuales resguardó y trasladó hasta la base operativa.
El hecho provocó indignación y una revuelta de vecinos quienes vandalizaron la patrulla, amenazaron con quemarla y pretendieron linchar a los uniformados, por haberse llevado a sus compañeros responsables del accidente.
Durante varias horas los vecinos permanecieron amotinados en el lugar, exigiendo justicia y la detención de los policías responsables, por la muerte del joven y su hija, quienes resultaron ser familiares de una colaboradora de la Fiscalía Regional, y que a pesar de eso se unió a la protesta.
Los hechos
Cerca de las 21:30 horas de este miércoles, por la avenida 37 circulaba a gran velocidad una patrulla marca Ford, con placas 005839, número económico 21-1554, la cual aparentemente perseguía a una motocicleta para infraccionar a sus ocupantes. Al llegar al cruce con la calle 19, de la colonia Paraíso, embistieron una motoneta, donde viajaba un matrimonio, conformado por Alfonso García de 20 años, quien era empleado de un taller de radiadores, su esposa Adriana Onofre Gómez, y su hija de cuatro años. Tras el golpe, fueron lanzados unos 20 metros cayendo en el pavimento, donde fallecieron padre e hija y la mujer quedó gravemente lesionada, debido a que ninguno llevaba casco protector.
La motoneta, prácticamente quedó partida en dos.
La patrulla, descontrolada tiró un poste de telefonía y se estrelló con un automóvil marca Volkswagen, Sedán, color negro, con placas de circulación YJK-8095, que se encontraba estacionado. Además, la unidad oficial también arrolló a Eduardo Barrera Cruz, quien se encontraba afuera de su vivienda, cerca del vehículo impactado, y al momento fue prensado por la unidad oficial.
El hecho provocó indignación de familiares y vecinos, quienes se concentraron en el lugar y arremetieron contra los uniformados, debido a que se llevaron a los policías causantes del accidente.
“Se llevaron a los policías culpables, venían como animales y se llevaron a una familia, queremos que los entreguen porque mataron a una niña y a un joven, y si no los traen vamos a quemar la patrulla”, gritaban mujeres, y hombres, familiares de las víctimas.
Un hermano del joven muerto, ponchó con un pico las llantas de la patrulla, rompió los vidrios y quebró con una roca el parabrisas. “Esto va por mi hermano, que se acaba de morir”, gritaba.
Enmedio de la revuelta, autoridades ministeriales y personal de Servicios Periciales realizaron diligencias para el levantamiento de los cuerpos.
Cerca de la medianoche, arribaron elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), quienes tras dialogar y recibir las quejas de los vecinos, optaron por llevarse detenidos a los policías estatales que habían permanecido en el sitio durante varias horas encarando a la turba.