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MÁS SI OSARE…

Superiberia

Por Andrés Timoteo  /  columnista

MÁS SI OSARE…

Durante el fin de semana transitaron por municipios del sur y centro de Veracruz los integrantes de la tercera caravana de migrantes que van con rumbo a los Estados Unidos.  Menos copiosos que en las primeras dos caravanas que pasaron en octubre, unas 2 mil 200 personas, en su mayoría originarias de Honduras, forman parte de esta nueva caminata transnacional.

No serán los últimos porque ya una cuarta caravana está en la frontera de Chiapas para ingresar a México y los que tomen la llamada “Ruta del Este” pronto estarán transitando por la entidad veracruzana. Entre ayer por la tarde y hoy por la mañana llegaron cerca de 200 al estado de Puebla.

Su paso por Veracruz afortunadamente se dio sin percances, al menos no conocidos hasta anoche, pues no fueron asaltados ni atacados por las bandas del crimen organizado ni hubo accidentes que lamentar. Las autoridades veracruzanas estuvieron al pendiente de ellos y algo que en esta ocasión se hizo de manera atinada fue censar a los migrantes a fin de tener el registro de su paso por Veracruz.

Lo anterior es una medida básica por si alguno se “extravía” -entiéndase si lo secuestran o lo asesinan, es decir si “desaparece”- en el camino, sus familiares o quienes lo busquen posteriormente tendría puntos de referencia para establecer la ruta que tomó. Claro, no es una garantía que se dé con su paradero, pero en medio del caos es el recurso emergente más elemental de una pesquisa.

Nadie debe olvidar que, de acuerdo con los estudiosos del fenómeno migratorio de América Latina, la “Ruta Este” del tránsito en México, que incluye a Veracruz, es la más peligrosa para las personas indocumentadas. Muchos migrantes centroamericanos que se aventuran por estados como Veracruz y Tamaulipas quedan atrapados por las bandas del crimen organizado y las policías corruptas.

Pero si se hace la pregunta de por qué los hondureños, nicaragüenses, salvadoreños y guatemaltecos deciden correr ese riesgo que implica dejar la vida en el intento, la respuesta es escalofriantemente cruda porque lo que dejan atrás en sus países de origen es mucho peor que los demonios a los que se enfrentan en su migración.

Y el hombre se adapta a todo y se reinventa -evoluciona, dirían algunos teóricos- por eso ahora el ingenio de la necesidad los llevó a caminar en caravana, una medida de protección que ha resultado efectiva pues se atrae la cobertura de los medios de comunicación ahuyenta, en la medida de lo posible, a los depredadores.

En este mismo contexto habrá que esperar la reacción del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ante la nueva y agresiva estrategia del gobierno de Estados Unidos para hacer que los migrantes centroamericanos que soliciten asilo en el vecino País no esperen la resolución radicando allí, sino que lo hagan en México. El presidente Donald Trump quiere evitar que esos migrantes se dispersen en su territorio y se olviden de esperar la resolución judicial a su petición, como tradicionalmente lo hacen.

El plan es que el Gobierno estadounidense no se ocupe en detener y deportar a los migrantes dejándole el problema a las autoridades mexicanas. De esta forma, nuestro País pasará de ser el tradicional “patio trasero” a la “sala de espera” de los gringos, como si el suelo mexicano estuviera sometido a la autoridad extranjera. Eso no lo debe permitir el Gobierno de la República y no porque no se quiera dar alojamiento a los centroamericanos sino porque no se deben aceptar ni leyes ni mandatos extraterritoriales.

Para no ceder a la decisión unilateral, xenófoba e intervencionista de Trump, habrá que recurrir a los documentos básicos que la historia ha dado, uno es aquella estrofa del Himno Nacional que reclama la defensa de la soberanía: “Más si osare un extraño enemigo/ profanar con su planta tu suelo/ piensa, oh Patria querida, que el cielo/ un soldado en cada hijo te dio”.  Y se reitera, recitarlo no es para los hermanos migrantes sino para no someterse al injerencista Trump.

SEMANA AGITADA

Esta semana será agitada en el plano político y Veracruz estará en el tendero mediático nacional. El próximo viernes inicia la segunda gira del presidente López Obrador por la entidad en la que tocará municipios de las zonas sur y centro. Serán tres días, del primero al tres de febrero. La última jornada estará en Córdoba, en una asamblea que se realizará en el parque 21 de Mayo.

 Hasta anoche se mantenían esos tres días de recorrido, aunque no se había confirmado si acudirá a Minatitlán para clausurar el basurero de Las Matas, como lo prometió durante la campaña electoral y que sería el primer sitio en la agenda. Esto debido a que tras la cancelación del proyecto de un relleno sanitario en Chinameca que sustituiría al viejo vertedero no hay un sitio alterno pues los alcaldes de la conurbación Coatzacoalcos-Minatitlán-Cosoleacaque no han podido resolver ese entuerto.

 Tampoco se ha confirmado si acudirá a las fiestas en honor a la Virgen de la Candelaria en Tlacotalpan que inician el jueves 31 de enero. Algunos han sugerido que podría ser el día 2 de febrero, la fecha principal en la que pasean en procesión sobre el río Papaloapan a la Virgen de las Candelas, aunque si el Presidente acude a ese sitio será otro ingrediente político a la disputa por el embalse de toros que se realizará un día antes, el primero de febrero.

La Fiscalía Especializada en Protección a los Animales advirtió a los organizadores del encierro taurino, llamado “Tlacotalpada”, que se iniciarán procesos penales a quienes lo hagan y podrían realizar detenciones infraganti, pero los lugareños ya amenazaron que habrá violencia pues evitarán por mano propia cualquier acción de la policía ministerial contra los habitantes o los visitantes. Ahí se dará una medición de fuerzas entre la Fiscalía estatal y los salvajes que pretenden seguir torturando a los toros.

 Ese no es el mejor escenario para que el presidente López Obrador acuda a Tlacotalpan, además de que es improbable que lo haga para asistir a la misa o la procesión de la patrona del lugar porque el tabasqueño no es católico sino evangelista así que su credo le prohíbe hacer reverencia a imágenes que ellos consideran ‘ídolos’. Eso pese a que demagógicamente ha dicho que él “se hinca donde se hinca el pueblo” y que a su partido lo llamó Morena, en una clara referencia a la Virgen de Guadalupe.

 Asimismo, esta semana concluye el segundo mes de los gobiernos federal y estatal, y solo faltaría uno para que, de acuerdo con la tradición política, se puedan iniciar con las mediciones y el balance de los resultados en las nuevas autoridades. Los tres meses o los primeros 100 días han sido los espacios temporales en los que toda administración pública debe despegar o, en su caso, confirmar los indicios de que no lo hará. El reloj sigue su curso y la evaluación popular llegará.

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