Jerusalén, Israel.- El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, presionó el viernes a los líderes regionales para que concreten un alto el fuego en Gaza, mientras la cifra de muertos aumentaba amenazando con extender el derramamiento de sangre israelí-palestino a la ocupada Cisjordania y Jerusalén.
En momentos en que Israel y los milicianos de Hamas plantean términos aparentemente irreconciliables para una tregua que los mediadores esperan que comience la próxima semana coincidiendo con una festividad musulmana, Kerry presionó desde Egipto con sus asesores resaltando que su paciencia tenía un límite.
La urgencia se incrementó el jueves con la muerte de 15 personas en un ataque contra un colegio dirigido por Naciones Unidas en el norte de la Franja de Gaza, del que funcionarios locales culparon a un bombardeo israelí.
Israel dijo que sus fuerzas habían sido atacadas por guerrillas palestinas en la zona del colegio y que ellos habían respondido. Acusó a Hamas de impedir cualquier evacuación.
Funcionarios en Gaza dijeron que ataques militares israelíes mataron a 27 personas el viernes, incluido el principal portavoz de la Jihad Islámica, aliada de Hamas, y a su hijo. Las fuentes indicaron que los palestinos muertos en 18 días de conflicto treparon a 819, en su mayoría civiles.
En la ocupada Cisjordania, donde el presidente palestino respaldado por Estados Unidos Mahmoud Abbas gobierna en una difícil coordinación con Israel, unos 10 mil manifestantes marcharon en solidaridad con Gaza durante la noche, a una escala que recuerda las revueltas del pasado.
Tres palestinos fueron muertos a tiros en Cisjordania el viernes en incidentes separados. Testigos dijeron que un hombre fue abatido a disparos por un colono cerca de la ciudad de Nablus, y otro murió poco después durante enfrentamientos con militares. Un tercer palestino murió en Beit Ummar, cerca de la conflictiva ciudad de Hebrón, dijeron médicos.
El Buen Tono