Más de 20 mil efectivos del Ejército y la Marina se encuentran en alerta en Sinaloa y Baja California Sur para hacer frente a los efectos del huracán Norma, que ya se hace sentir en ambas entidades del norte de México.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha activado el Plan DNIII para apoyar a la población en caso de emergencia y ha desplegado a 14,383 elementos en ambos estados. Además, cuenta con 4,700 efectivos disponibles para atender cualquier necesidad que surja como resultado del impacto del huracán en La Paz, Baja California Sur.
Hasta el momento, Laura Velázquez Alzúa, titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), ha informado que la Sedena ha transportado tres mil despensas y dos toneladas de agua por vía aérea al centro de acopio instalado en la capital de Baja California Sur.
En el Centro Estratégico de Acopio de la Base Aérea Militar No.1, en Santa Lucía, Estado de México, se han preparado 24,670 despensas y 153,000 litros de agua para ser trasladados a los estados afectados por el fenómeno natural.
Velázquez Alzúa también ha detallado que la Secretaría de Marina (Semar) ha movilizado mil 500 elementos y que se espera la incorporación de 100 miembros de las Brigadas Móviles del Cuartel General del Alto Mando, así como personal de la Unidad Naval de Protección Civil con sede en la Ciudad de México.
La Guardia Nacional ha activado el Plan GN-A y se ha unido a los recorridos y acciones de ayuda y atención a la población.
Entre las medidas preventivas ya en marcha, se destacan la supervisión y limpieza de cárcamos y caminos de agua, la habilitación de 169 refugios temporales, recorridos de inspección en áreas propensas a inundaciones y deslizamientos de laderas, así como en las rutas de evacuación. También se ha establecido una comunicación continua con la población para informar sobre los riesgos y facilitar evacuaciones cuando sea necesario.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el huracán Norma, de categoría 2, se encuentra muy cerca de tocar tierra en las inmediaciones de Cabo San Lucas, Baja California Sur. La situación es monitoreada de cerca por las autoridades para garantizar la seguridad de la población.