Se presentaron -al fin- las propuestas que buscan la regulación de la producción, distribución y consumo de la marihuana en el Distrito Federal. Ahora sí, que comience la controversia. Y es que, como lo escribíamos aquí hace unos días, incluso al interior del mismo PRD capitalino, quienes presentaron las dos iniciativas, hay quien se opone por completo.
“Hay que señalar que la propuesta en el Distrito Federal, no es legalizar, es descriminalizar. Va a seguir siendo un delito, porque el delito lo establece la Federación, lo que se va a hacer es no perseguir…”, me comentaba ayer Luisa Conesa, una de las asesoras externas que ayudó a la elaboración de la iniciativa.
“Nadie dice que no es dañino para la salud, claro que lo es. La cuestión es que hay sustancias que están reguladas, que son legales y que son dañinas, inclusive más dañinas y más costosas para el Estado en términos de salud pública y que están permitidas. La cuestión central en el consumo de marihuana, es que el consumo amerita conforme a la Ley General de Salud, entre diez meses y tres años de cárcel…”.
“La propuesta como está es: la primera vez que una persona sea sorprendida por una autoridad entre la cantidad mínima y hasta mil veces más será remitida al Comité de Disuasión. Se va a dar información, se va a evaluar a la persona en un esquema de horizontalidad, de respeto… y se va a evaluar en su consumo problemático, se le va a proporcionar tratamiento…
“Lo que está ahorita y se puede hacer, es descriminalizar el delito que le toca a las entidades, esto es: la posesión y la distribución (…) en el entendido de que la autoproducción seguirá siendo ilegal, porque no le toca al Distrito Federal descriminalizar, le toca a la Federación…”
La iniciativa sube al pleno tentativamente el próximo 15 de marzo. Las dudas al respecto seguirán saliendo, porque lo que es cierto es que las dos iniciativas que forman parte de esta propuesta (la primera fue la presentada en el DF, la segunda llegará al Congreso de la Unión la próxima semana) aún no están detalladas del todo. Conesa me decía que, en efecto, el resto de los puntos serán para la regulación secundaria.
El debate va a comenzar y el futuro de la iniciativa es incierto, porque ha sido el tema al que por mucho tiempo se le ha dado la vuelta. Sin embargo, es importante enfriar la cabeza y reconocer que mientras no se despenalice el uso de drogas y no se regulen las mismas, el problema de sangre y violencia en nuestro país no tiene un horizonte favorable: hay que atacar todos los frentes de los grupos criminales. Además, porque también debe comenzarse a ver el problema de la adicción desde un enfoque distinto:“Está comprobado que el que la sustancia sea ilegal, hay mucho menos incentivos de que las personas busquen un tratamiento y esto lo que hace es abrir esto, volverlo un problema de salud, no uno de política criminal…”.
