Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba. – A unas horas de que entre en vigor la licencia de la regidora cuarta, María Luisa Martínez Ramírez, que abarca del 2 de abril al 31 de mayo, la edil se ha dedicado a figurar en cuanta fotografía sea posible.
Su repentina actividad contrasta con casi cuatro años de una gestión marcada por la inacción, particularmente en la comisión de Salud y en el tema de bienestar animal, donde su desempeño ha sido nulo.
Durante el proceso interno de Morena, Martínez Ramírez buscó posicionarse como promotora del partido y, según personas cercanas a ella, su verdadera intención era obtener la sindicatura. Ahora, bajo el pretexto de “asuntos personales”, se separa del cargo, cuando en realidad su objetivo es sumarse a la campaña de Manuel Alonso, un personaje señalado por sus vínculos con la corrupción y el uso de factureras.
Su salida no sorprende, pues su paso por el cabildo ha sido intrascendente, sin resultados concretos ni aportaciones significativas en las áreas que debió atender.
