Orizaba.- Con el Señor del Calvario marcharon más de mil 500 católicos por la paz y para recordar que Dios es fuente de consuelo para aquellos que sufren por la violencia y las manifestaciones por la cultura de la muerte, indicó el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.
En la Eucaristía previa a la procesión, el sacerdote invitó a los presentes, “a tener confianza en el Señor aunque caminemos por cañadas oscuras, a nada debemos temer porque el Señor nos protege y nos cuida, por otro lado, es cierto que el Señor también es fuente de consuelo y fortaleza para los que están sufriendo por la violencia, todo lo que nosotros vemos como manifestaciones de la cultura de la muerte”.
Indicó que “los cristianos asumimos el compromiso delante de Jesús de que nos ayude a ser colaboradores para la pacificación de nuestra sociedad, para la reconciliación entre nosotros, debemos recordar que somos hijos del mismo padre y por tanto, hermanos, incluso compartiendo un credo distinto somos hijos del mismo padre”.
En tanto, durante el recorrido, personas que no participaron en la procesión que se realizó en silencio, apenas acompañados del sonido de un tambor, se santiguaron, otros rezaron o simplemente inclinaron la cabeza en señal de respeto.
Ante ello, el párroco de la iglesia de Nuestro Señor del Calvario, manifestó que “se trata de una tradición que nos legaron nuestros ancestros, ellos, en época de persecución o de peligro para la ciudad, con mucha confianza acudían al Señor del Calvario, ¡imagínense! Está en Orizaba desde 1642, es una imagen a la que siempre se le ha tenido mucha devoción”.
Indicó que representa lo que Cristo quiere, es decir, que se recuerde que se tiene a un Dios Misericordioso, “primero porque para salvarnos entregó a su único hijo, segundo: la cruz es signo de reconciliación, ya que en la cruz Jesús dijo: Padre perdónalos, entonces Él nos enseña a perdonar incluso a aquellos que nos ofenden y por eso la cruz también es la escuela de perdón y contemplar al Señor en el Calvario nos hace comprometernos para que asumamos la salvación que Jesús nos ha dado”.