Enfrentado al repudio de quienes, en otro momento, no sólo le encumbraron hasta la Jefatura del Gobierno capitalino, sino que, incluso, le promovieron como precandidato a la Presidencia, Marcelo Ebrard parece haber iniciado ya el camino hacia el exilio (político) que, para él, implicará su separación definitiva del perredismo y, en su caso, la búsqueda de nuevas alternativas de participación en el ámbito de la izquierda.
En las últimas semanas y meses, efectivamente, definidos apenas los tiempos y reglas aplicables en la elección de un nuevo dirigente para el Partido de la Revolución Democrática, inicialmente en agosto, Los Chuchos y aliados enfilaron contra él sus baterías hasta forzar, primero, su adelantado desistimiento a suceder al cuestionable Jesús Zambrano en la presidencia del sol azteca y, luego, su eventual retiro del mismo.
Hoy, a decir de quienes mejor le conocen, el otrora incuestionable mandamás en la capital del país podría estar más cerca del Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, de entre cualquiera otra opción partidista, incluido el PRD, partido al que, huelga recordar, arribó de la mano de su mentor Manuel Camacho y con cuyo apoyo se desempeñó igual como titular de Seguridad Pública que como secretario de Gobierno en la gestión lopezobradorista.
Es verdad que Ebrard no vive ahora el mejor momento de su carrera político-partidista y que, como resultado de la exposición y ataques recibidos con motivo del fracaso de la (ex) dorada Línea 12 del Metro, su futuro próximo no se ve en forma alguno claro; ello, sin embargo, no descarta el que nadie (en su sano juicio) puede despreciar un activo cual es él mismo…las nuevas y sin duda menos representativas o influyentes, inclusive.
A la vista el proceso electoral interno del perredismo y, más allá, las intermedias de junio-2015, entonces, a nadie deberá extrañar el (inusitado) activismo que, se asegura, exhibirá en las semanas por venir el exjefe de gobierno en busca de su reposicionamiento… y hasta de cierta revancha.
Asteriscos
* Cumplidos los requisitos de ley, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) formalizó ayer, como anunció la víspera su presidente Lorenzo Córdova, el reconocimiento de tres nuevos partidos políticos nacionales: el ahora (Movimiento de) Regeneración Nacional (Morena) de López Obrador; el (Partido) Encuentro Social (PES) de Hugo Eric Flores, y el Humanista de Javier López e Ignacio Irys.
* En medio ya del escándalo por el comportamiento de dos de sus (¿ex?) colaboradores más cercanos —Rafael Medina y Sergio Eguren— en Brasil, el cacique panista capitalino Jorge Romero, enfrenta ahora la resaca de los excesos de otro de sus afines, Pedro Torreblanca Engell —hermano del diputado Mauricio— que, sin más, arremetió así, vía Facebook, contra sus críticos: “Seguramente son perredistas, más prietitos de piel que nada, jodidos, rojillos y sin varo. Arriba los mexicanos de raza blanca y clase alta. Todos los demás son una mie…”. ¡Para el bronce!
