Madrid.- Francisco José Garzón Amo, maquinista del tren Alvia que se accidentó el miércoles pasado poco antes de llegar a la terminal de Santiago de Compostela, en Galicia, dijo al juez Luis Aláez, titular del juzgado número tres de esa capital, que se despistó hasta el punto de no saber dónde estaba y que cuando quiso frenar, “que llegó a hacerlo”, ya era demasiado tarde. Por esa razón el tren a su cargo superaba el doble de la velocidad permitida en la curva de A Grandeira, limitada a 80 km/h.
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