Miguel Ángel Contreras M.
El Buen Tono
Amatlán.– Miedo y pérdidas económicas provocan los manifestantes que tienen “tomado” el Palacio Municipal, para exigir que se detenga el proyecto del Centro de Transferencia de Residuos Sólidos en San Miguelito.
Ayer, lo que sería un día de alegría para cientos de familias que acudieron a la feria, a fin de divertirse, se convirtió en una situación de temor, especialmente en el caso de los pequeños, debido a que los inconformes causaron desmanes y amenazaron con boicotear el evento anual.
Ante las advertencias, llegaron elementos de Seguridad Pública para tranquilizar el ambiente, pero su presencia se convirtió en arma para quienes se oponen al plan, y aseguraron que pretendían desalojarlos, cuando los oficiales sólo acudieron para dialogar.
En varias ocasiones las autoridades municipales intentaron hablar con los inconformes, pero se negaron a escuchar y pusieron como barrera principal a los niños y mujeres.
Ciudadanos ajenos al problema consideraron que es necesario que haya acuerdos, además de que los residuos los generan todos, y muchos carecen de la cultura del reciclaje y del cuidado al medio ambiente.
Situación
El grupo de protestantes, donde se involucra a personas con intereses económicos y partidistas, se opone a liberar el Palacio y comenzaron una serie de ataques hacia los visitantes, dieron a conocer ciudadanos.
“Es necesario que haya un diálogo entre las partes que permita resolver el problema, sin causar daños a terceros”, añadieron.