AGENCIA
Internacional.- La Alianza Internacional de Productores de Maíz (MAIZALL) ha solicitado al gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo cumplir con la resolución emitida por el panel de comercio bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que favoreció a Estados Unidos en la disputa sobre el maíz transgénico. El panel determinó que las restricciones impuestas por México al maíz transgénico importado no están respaldadas por evidencia científica, lo que ha sido bien recibido por la organización que representa a productores de Argentina, Brasil y Estados Unidos.
Fallo a favor de la biotecnología agrícola
El panel del T-MEC emitió su fallo el 20 de diciembre, subrayando que las restricciones mexicanas al maíz transgénico no tienen base científica. En respuesta, Bernhard Kiep, presidente de MAIZALL, destacó que los agricultores de Argentina, Brasil y Estados Unidos, que cultivan más del 95% de su maíz de manera genéticamente modificada, no cambiarán a la producción de maíz no modificado. Estos tres países son responsables de la mitad de la producción mundial de maíz y concentran entre el 70% y el 80% de las exportaciones de este grano.
La importancia de la biotecnología para la seguridad alimentaria
Kiep enfatizó que la biotecnología ha sido clave en la mejora de los rendimientos agrícolas, la conservación del medio ambiente y la sostenibilidad de las prácticas agrícolas. Según el presidente de MAIZALL, las técnicas basadas en la biotecnología permiten una reducción en la labranza del suelo, lo que a su vez disminuye el uso de pesticidas y las emisiones derivadas de las operaciones agrícolas. Esto no solo beneficia a los agricultores, sino que también contribuye a la biodiversidad y la salud del medio ambiente.
La organización recordó que desde 1996 los cultivos biotecnológicos se han cultivado comercialmente sin efectos adversos comprobados en la salud humana, animal o el medio ambiente. Además, subrayaron que en más de 70 países, cada evento de cultivo de maíz genéticamente modificado pasa por rigurosas evaluaciones científicas y de seguridad antes de ser aprobado para su cultivo, importación y uso en alimentos.
La disputa sobre el maíz transgénico ha generado tensiones comerciales entre México y sus socios, especialmente Estados Unidos. El fallo del panel del T-MEC podría tener implicaciones significativas para el comercio agrícola entre los dos países, y MAIZALL espera que el gobierno mexicano acate la resolución. Esto permitiría la importación de maíz transgénico, lo cual sería beneficioso tanto para los productores como para los consumidores.
La organización confía en que México tomará medidas para alinearse con las recomendaciones del panel, promoviendo un entorno comercial más justo y basado en la ciencia, y así evitar conflictos comerciales que puedan afectar la estabilidad del mercado agrícola.