Los Ángeles.- La Organización de Naciones Unidas (ONU), la única instancia internacional que hasta ahora se había mantenido al margen de la condena al Gobierno de Nicolás Maduro, rompió el silencio. Ayer, la oficina del Alto Comisionado de la ONU denunció el uso desmedido de las Fuerzas de Seguridad del régimen, las cuales han “maltratado y torturado de forma generalizada y sistemática” a manifestantes y detenidos, durante las protestas en contra de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Las primeras conclusiones de esta investigación apuntan a que las Fuerzas Armadas a servicio del chavismo son responsables directas de al menos 46 muertes, mientras que los grupos armados progubernamentales, denominados “colectivos armados”, habrían causado la muerte de otras 27 víctimas durante la represión originada por las manifestaciones.
Hasta el 31 de julio, el despecho de Luisa Ortega, fiscal general destituida el pasado sábado por la ANC, había investigado 124 fallecimientos y desconocía la identidad de los responsables del resto de las muertes que todavía no han sido esclarecidas. De esta información y de la obtenida a través de entrevistas a 135 personas —entre las que se encuentran víctimas, familiares, testigos, organizaciones de la sociedad civil, periodistas, abogados y médicos— el Alto Comisionado sacó sus conclusiones. El informe completo se hará público a finales de mes.
Según el comunicado de la ONU, “las Fuerzas de Seguridad, principalmente la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana, así como los cuerpos de policía locales, emplearon sistemáticamente la fuerza desproporcionada a fin de inspirar miedo, acallar a los disidentes y evitar que los manifestantes se reunieran y llegaran ante las instituciones públicas para presentar sus peticiones”.