Agencias
México.- Después de más de cuatro años de búsqueda, Norma Susana Pérez descubrió que el cuerpo de su hijo, Juan Pablo Medina Pérez, secuestrado en 2020 en Irapuato, estaba en el Semefo de Colima desde 2021. Viajó hasta la capital del estado para reclamarlo, pero las autoridades no pudieron entregárselo, argumentando desconocer su ubicación exacta.
Inicialmente, le indicaron que el cuerpo estaba en el Semefo de Manzanillo, a 100 km de distancia, pero al llegar, le informaron que no tenían registro del cadáver ni de la carpeta de investigación. Horas después, la carpeta apareció en una bodega, pero le notificaron que el cuerpo se encontraba en otro Semefo, en Villa de Álvarez.
Ante la confusión y la falta de respuestas claras, la madre del joven, sin recursos para prolongar su estancia, deberá trasladarse nuevamente en busca de su hijo. La situación evidencia fallas en el manejo de cuerpos no reclamados por parte de la Fiscalía de Colima, prolongando el dolor de las familias buscadoras.
