AGENCIA
EEUU.- Luisiana se ha convertido en el primer estado de Estados Unidos en permitir que los jueces ordenen la castración quirúrgica de delincuentes culpables de ciertos delitos sexuales contra menores, una medida que ha generado intensos debates sobre su efectividad y constitucionalidad.
La iniciativa, promulgada por el gobernador republicano Jeff Landry y que entrará en vigor el 1 de agosto, busca disuadir a las personas de cometer delitos sexuales graves contra niños menores de 13 años. Según la ley, los jueces podrán optar por imponer la castración quirúrgica tras declarar a alguien culpable de delitos como violación, incesto o abuso sexual infantil, siempre a discreción del juez y evaluando cada caso de manera individual.
La castración quirúrgica implica la extirpación de los testículos u ovarios y es considerada mucho más invasiva que la castración química, que utiliza medicamentos para reducir el deseo sexual. Los defensores de la medida argumentan que es necesaria para proteger a los menores y asegurar que los delincuentes sexuales no reincidan.
Sin embargo, críticos y detractores de la ley la han calificado como un castigo “cruel e inusual”, argumentando que podría infringir la Constitución de Estados Unidos y enfrentar desafíos legales significativos. Hasta ahora, ningún otro estado estadounidense permite que los jueces impongan directamente la castración quirúrgica como pena.
En Luisiana, donde ya existe la opción de castración química para delincuentes sexuales, esta nueva legislación representa un paso adicional hacia sanciones más severas contra este tipo de crímenes. La propuesta recibió un amplio respaldo en la legislatura estatal, dominada por los republicanos, aunque hubo oposición significativa por parte de legisladores demócratas.
La senadora estatal demócrata Regina Barrow, autora de la propuesta, defendió la medida argumentando la gravedad de los delitos cometidos contra menores: “Estamos hablando de bebés que son violados por alguien. Eso es inadmisible”, expresó durante el debate legislativo.
Con la aprobación de esta ley, Luisiana se posiciona en la vanguardia de las políticas penales respecto a delitos sexuales, planteando un nuevo precedente que seguramente será observado de cerca en todo el país.