De la Redacción
el buen tono
CÓRDOBA.- Esta ciudad en lugar de ascender va en retroceso en el tema cultural, tanto por la pésima coordinación que hay en el área de Cultura, al igual que por los espacios culturales que bien pudieran servir para la realización de buenos eventos, pero desafortunadamente no es así ya que el Museo de Córdoba como el Centro Cultural de la Capilla ambos son utilizados como negocio de la familia Arróniz de la Huerta, los cuales a través de Obdulia Díaz Guadarrama hacen eventos, los cuales son de pésima calidad.
Ciudadanos denunciaron que sus talleres, los cuales anuncian con bombo y platillo, son hechos al vapor, “una vez que te inscribes te piden una cuota de recuperación, que puede ir de 50 pesos en adelante, posterior el maestro te va pidiendo material que luego oscilan entre los 300 a 400 pesos”.
Y es que las famosas exposiciones, las cuales realizan tanto en el Museo de Córdoba como en La Capilla, son de relleno, por lo que quienes administran dichos patronatos lo utilizan para justificar los 20 mil pesos mensuales que reciben del Ayuntamiento.
Cada fin de mes el Museo, a través de sus publicaciones, anuncian diferentes eventos, los cuales en la mayoría de ocasiones no tiene el realce que se espera; un claro ejemplo son las famosas noches de museo, las cuales realizan cada fin de mes con los mismos conferencistas y con los mismos talleristas.
Aparte de recibir recurso municipales, estos siguen cobrando cada uno de sus eventos sin contar que tanto La Capilla como el Museo tienen filtraciones de agua, ¿en dónde está ese dinero que reciben?
Mientras Orizaba, el cual territorialmente es más chico, ha logrado explotar lo poco que tiene, mientras esta ciudad, la cual es grande, no sabe apreciar la cultura y la historia que tiene.