De la Redacción
El Buen Tono
FORTÍN.- El ambulantaje continúa con total impunidad, con la complicidad del presidente municipal Gerardo Rosales Victoria y el titular de Desarrollo Económico, Ernesto Arteaga Quevedo. De acuerdo a versiones de los empleados del ayuntamiento, lejos de combatir esta situación, la administración ha transformado la venta callejera en una fuente de ingresos, exigiendo pagos semanales a los vendedores para permitirles laborar.
Personal del área de Comercio denunció que los obligan a presionar a los vendedores informales que se instalan en los alrededores de los tianguis, pero no para retirarlos, sino para que cubran las cuotas impuestas. “Nos envían a cobrarles cada semana; si no pagan, los amenazan con quitarles sus espacios, pero al final los dejan seguir operando porque lo que realmente les interesa es el dinero, no el orden”, relató un trabajador municipal bajo anonimato por temor a represalias.
Las denuncias apuntan directamente a Ernesto Arteaga Quevedo, quien, además de tolerar esta red de pagos irregulares, ahora busca una regiduría con el respaldo del partido político al que pertenece. “Quiere asegurarse un puesto en el gobierno, pero su gestión ha estado marcada por la corrupción y la protección al comercio informal”, señaló otro empleado.
Mientras tanto, los comerciantes establecidos han expresado su inconformidad por la competencia desleal que representa el ambulantaje, además del impacto negativo en la imagen urbana y en los ingresos municipales. “Nosotros pagamos impuestos, rentas y permisos, pero ellos sólo deben dar su cuota por debajo de la mesa y pueden vender sin problema. Es una injusticia”, reclamó un comerciante del centro.
A pesar de los señalamientos, ni el alcalde Gerardo Rosales ni el director de Desarrollo Económico han ofrecido explicaciones sobre estas anomalías, lo que evidencia la falta de voluntad política para resolver el conflicto y pone en duda la transparencia de su administración.
