Córdoba.- La zona Córdoba-Orizaba se ha convertido en una de las más violentas, junto con Xalapa, Veracruz y Coatzacoalcos; aquí, durante los últimos 3 años se registraron alrededor de 60 hallazgos de cuerpos flotando en las aguas del río Blanco.
Las víctimas son jóvenes y adultos, en su mayoría hombres, putrefactos, y algunos casos maniatados, desnudos y con huellas de tortura o el llamado tiro de gracia.
Entre las víctimas que han aparecido a lo largo del trienio, algunos de los que han logrado ser identificados han sido taxistas, choferes, cargadores, vendedores de flores e incluso el año pasado, uno de ellos resultó ser hermano del alcalde de Camarón de Tejeda, Eduardo Armas Balbuena, vecino de Potrero Nuevo, Atoyac.
El fenómeno violento causó en su momento malestar de diversos sectores de la población, que se pronunciaron contra la violencia, tales como grupos religiosos que hicieron marchas, y organizaciones que se han manifestado, para exigir el esclarecimiento de los casos.
Los encontrados Del río Blanco
El pasado 3 de febrero, desapareció el taxista Juan Alberto Montesinos Galindo, de 48 años, vecino del Infonavit Santa Margarita, luego de que un comerciante del centro comercial La Garza fuera asesinado a balazos. Montesinos Galindo apareció ejecutado días después en las aguas del río Blanco.
Ese día, decenas de taxistas se manifestaron afuera de las instalaciones del Mando Único en la colonia Buenavista de Córdoba, para protestar contra esa corporación, debido a que su taxi, el número 4 de Córdoba fue localizado por la misma corporación a las pocas horas de que desapareció el ruletero.
El 24 de septiembre fue encontrado el último cuerpo de un hombre, flotando en el río Blanco, a la altura del rancho “El Jarocho”, sobre el kilómetro 41 de la carretera federal Córdoba-Veracruz.
Fue el segundo hallazgo en 15 días, en el mismo lugar, donde el 9 pasado de septiembre apareció flotando el cuerpo de un cargador de la colonia Emiliano Zapata, de Orizaba. La víctima, de entre 30 y 35 años, presentaba golpes en los glúteos y traumatismo de cráneo, y se estima que tenía entre tres y cuatro días de muerto.
Corporaciones de seguridad y autoridades ministeriales, tomaron conocimiento del hallazgo y abrieron una carpeta de investigación, para el esclarecimiento del asunto, aunque la víctima quedó en calidad de desconocido, sin mayores indicios para ser identificado, ya que estaba desnudo y no presentaba ningún tatuaje. Otro cuerpo fue encontrado en mayo, a la altura de La Quebradora, en Cuitláhuac, y uno más flotando en Fortín.