- A cambio de unas monedas
Atoyac.- Sin importar el peligro que enfrentan a diario, los tapahoyos arriesgan su vida para obtener una moneda y llevarla a sus hogares.
Algunos de ellos lo consideran un negocio redituable, debido a que obtienen ganancias al día que les permiten sufragar sus gastos, pero para otros es una inversión, porque en su trabajo utilizan material especial que consiguen en el camino y por ello el ingreso a veces en menor.
Otros gastan en pintura para topes y áreas que beneficia a los conductores que circulan por la carretera estatal.
Unas cinco familias se quedaron sin empleo tras la apertura del camino estatal Motzorongo- Presidio, lo que afectó su economía, especialmente durante la pandemia de COVID-19.
Otros, desde hace varios años vieron en ese trabajo una forma sencilla de reunir recursos e incluso en los sitios que ocupaban para laborar, las mujeres llevaban a sus hijos y ahí los cuidaban, mientras el esposo reunía tierra para tapar hoyos.
La labor se extendió a personas de la región, ya que llegaban cuadrillas de la zona de Orizaba para colocar material en los baches que detectaban desde San José del Corral al lindero con Tezonapa y aún continúan llegando a la zona para buscar recursos.