Por Andrés Timoteo / columnista
LOS ‘SÚPERDELEGADOS’
No tardó en salir el cochambre dentro del nuevo esquema de control que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador impuso en las entidades por medio de los delegados de la Secretaría del Bienestar, a los que algunos llaman “súperdelegados” porque aglutinan el mando de todas las dependencias federales en una sola persona. Claro, el mote es hilarante porque de superiores no tienen nada, sobre todo en cuestiones éticas.
Ahora, tres de ellos acaparan titulares mediáticos por cuestiones de corrupción, ineficiencia, holgazanería y hasta violación al orden constitucional. Uno es el Jalisco, Carlos Lomelí Bolaños, quien acaba de renunciar al cargo luego de ser exhibido como propietario de una red de empresas que fueron beneficiadas con contratos millonarios en la venta de medicamentos. Se le dieron 164 millones de pesos a nivel federal además de que en Veracruz le entregaron otros 36 millones.
Lo anterior en base a una investigación de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) difundida en mayo. Pese a ello, Lomelí Bolaños se limitó a desmentir la información sosteniendo que no tenía relación con las nueve empresas citadas, pero la semana pasada, la misma organización difundió que Lomelí hizo movimientos bancarios en esas empresas lo que confirmó su participación en ellas. No le quedó más que renunciar al cargo.
Lomelí ha estado ligado durante muchos años con López Obrador pues ha sido uno de los que financió sus campañas electorales anteriores y el surgimiento del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). La delegación en Jalisco se la dieron luego de que en el 2018 perdió los comicios por la gubernatura frente a Enrique Alfaro del Partido Movimiento Ciudadano. Se le quiso poner al mismo nivel -en poder político- de su antiguo contrincante, además de que el negocio con los medicamentos es para retribuirle su financiamiento al lopezobradorismo durante los últimos años.
Otro del mismo pelaje es Jaime Bonilla Valdez, gobernador electo de Baja California, quien antes de ser candidato de Morena fue ‘súperdelegado’ en esa misma entidad. Es otro empresario que ha financiado a Morena y a López Obrador en los últimos años. Ahí el ‘pago de favores’ fue igual de descarado porque lo hicieron candidato pese a que tiene nacionalidad norteamericana, fue miembro del Partido Republicano, juró defender la constitución gringa y apoyó abiertamente a Donald Trump.
Pese a ello, Morena lo respaldó contradiciendo todos sus postulados de patriotismo y soberanía nacional. Y no paró allí, los favores que el lopezobradorismo le debe a Bonilla Valdez son tantos que ahora le permite atropellar el orden constitucional ya que fue electo para un periodo gubernamental de 2 años, pero hace días el Congreso de Baja California aprobó extenderlo a 5 años, violando la Constitución y el pacto federal.
Ha trascendido que los diputados locales recibieron un millón de dólares como soborno para aprobar esa ampliación de mandato. Vaya, tal es el escándalo que el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, ya habla de la necesidad de desaparecer los poderes en dicha Entidad por esa violación Constitucional.
Es evidente la violación al fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que ordena que el período gubernamental sea dos años, además de la no retroactividad de las leyes amparada por la Carta Magna. Nada importó y los legisladores bajacalifornianos atropellaron la Ley para que Bonilla gobierne hasta el 2025. Algunos dicen que López Obrador está ensayando la reacción nacional porque de permitirse eso en Baja California haría lo propio a nivel federal para eternizarse en la Presidencia.
EL “CARMEN SALINAS”
El tercer ‘súperdelegado’ envuelto en el escándalo es Jaime Montes Salas, de Sinaloa, cuya imagen acaba de aparecer en un cartel difundido en las redes sociales donde lo dan como “desaparecido”. Es un afiche similar a la Alerta Ámber que se emite cuando un menor de edad es reportado como desaparecido, porque el señor lleva varios días sin dar señales de vida política.
Algunos dicen que se fue de vacaciones veraniegas y otros que se escabulle para no dar la cara frente a los reclamos de los sinaloenses por la inseguridad, las promesas incumplidas en materia económica y de apoyos sociales y empresariales. Ya ni siquiera despacha en la cafetería de Los Mochis donde atendía diariamente asuntos oficiales para evitar la fatiga de ir a las oficinas. Pese a su ineficiencia, holgazanería y huidas frente al reclamo ciudadano, el Gobierno Federal respalda a Montes Salas.
¿A quién les recuerda? Acertaron, al ‘súperdelegado’ en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien tampoco sale de las cafeterías de Xalapa y el Puerto de Veracruz, no sólo ahora o sino desde que era dirigente estatal de Morena. Desde las mesas de café, Huerta opinaba de todo, a veces sin conectar la lengua con el cerebro. De ahí que es conocido como “el Carmen Salinas” de la política jarocha, porque mete su cuchara en todos los asuntos sin importar que se meta en bretes.
¿Se acuerdan cuando dijo que es mejor pagar a las Yalitzias que costear las guarderías infantiles? -. Huerta Ladrón también ha salido a desmentir la ola de violencia, la crisis de inseguridad y hasta los casos de corrupción en el Gobierno Estatal sumándose al ‘universo paralelo’ en el que están los funcionarios estatales que niegan la realidad.
Por si fuera poco, se le ha pescado en asuntos poco decentes como los fraudes en los programas de apoyo federal, especialmente el de los jóvenes trabajadores, el jineteo y ‘rasurado’ de apoyos a adultos mayores y también en casos de nepotismo. Su subdelegada, Rosa Hernández, metió a toda la parentela a cobrar en la nómina de esa dependencia. No tarda en trascender el escándalo a nivel nacional.
En contraparte, desde junio pasado Manuel Huerta comenzó una gira por varias ciudades para reunirse con reporteros, invitándoles comilonas a fin de congraciarse con ellos. Eso le ha valido que sus algunos de antiguos detractores que de flojo no lo bajaban, ahora hablen maravillas de él tras las promesas de embutes.
No es un secreto que con referencia al que fue su homólogo en Baja California, este señor está trabajando fortalecer su imagen pública y eventualmente construir una candidatura al Gobierno Estatal en el 2024 o, en su caso, la posibilidad de ser postulado a convertirse en Gobernador sustituto en diciembre del 2021 si la coyuntura se da. ¿Alguien se imagina a ‘Carmen Salinas’ gobernando a Veracruz? ¡Dios guarde la hora!