in

Los otros efectos del COVID-19

Superiberia
  • DESECHOS TÓXICOS Y DAÑO AMBIENTAL

CÓRDOBA.- La epidemia de Coronavirus trajo consigo el incremento de residuos infecciosos, desde gasas y cubrebocas, hasta jeringas y fluidos que pueden poner en riesgo a quien esté en contacto con ellos.
La pandemia del COVID-19 en México, ha originado hasta al momento alrededor de 2 mil 700 toneladas de Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI), de aquellos clasificados como no anatómicos. Estos han sido generados por pacientes contagiados en el país, de acuerdo con lo estimado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT).
Veracruz carece de infraestructura para la disposición final de residuos biológicos e infecciosos. De acuerdo con los datos oficiales de la SEMARNAT, en Veracruz no se cuenta con rellenos o centros de disposición final para los desechos biomédicos y sanitarios, los cuales cuentan con protocolo e infraestructura propia para su manejo, que permiten evitar afectaciones al medio ambiente y problemas de salud pública.
Actualmente, la Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas (DGGIMAR), tiene registrado para Veracruz un padrón de 5 mil 186 generadores de RPBI, provenientes de diversos sectores y servicios que van desde aquellos relacionados con la salud, construcción, alimenticio, mercantil, marítimo, metalúrgica, automotriz, petróleo y petroquímica, productos de plástico, generación de energía eléctrica, forestal, agrícola y química.
Para la prestación de servicios en la recolección y transporte de residuos peligrosos e industriales, en la entidad hay 128 empresas autorizadas por la SEMARNAT; sin embargo, para el manejo y tratamiento de los desechos biológicos no hay registros.
En el nivel estatal, la empresa “Si Equipo y Servicios SA de CV” es la que acapara la recolección y tratamiento de los desechos clínicos de las unidades que integran la red de Servicios de Salud de Veracruz (SESVER), cuyo destino final es un centro de acopio ubicado en el municipio de Tlalnepantla, en el Estado de México.
Los mayores generadores de residuos biológico infecciosos son: el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz (de 3 mil 366.11 a 6 mil 245.29 kilos); en Xalapa, el Centro de Alta Especialidad “Dr. Rafael Lucio” (entre mil 065.79 y 2,000.95) y el Hospital Regional “Dr. Luis f. Nachón” (de 988.67 a 2 mil 151.66 kilos de desechos mensuales). También destacan el Hospital de Río Blanco (con un mínimo de 732.45 a mil 532.30 kilos), el Hospital Regional de Coatzacoalcos “Dr. Valentín Gómez Farías” (entre 693.90 y mil 370.45) y el Hospital Regional de Poza Rica (con un estimado que va desde 655.33 a mil 152.38 kilos mensuales).

¿Qué se hace con ellos y a dónde van?
Todos los residuos tóxicos son recogidos por empresas que se dedican especialmente a esta actividad y que están avaladas por la SEMARNAT con los permisos necesarios para la recolección. De no manejarse adecuadamente no sólo causaría un daño a la salud, sino también al medio ambiente. Si son desechados de forma incorrecta, pueden producir contaminación a través de la filtración de lixiviados (líquidos que se forman como resultado de pasar o “percolarse” a través de un sólido) a las aguas subterráneas o por medio de vectores como son los roedores, insectos, aves, u otros animales. Pero, con base en los datos de la PROFEPA, se observa que no ha sido tan fácil el manejo seguro. Alrededor de 7.5 toneladas de residuos hospitalarios han sido localizados a la intemperie, en diferentes puntos del país (hasta junio). También gran parte de los residuos tuvieron que ser incinerados, debido a que representaban un riesgo para la salud.  

CANAL OFICIAL

Pandemia pone en jaque a transportistas

Alcalde quita agua a Potrero