in

Los mensajeros de paz y los de guerra

Superiberia

A todo positivo, corresponde un negativo. Así lo indica el teorema de la vida del Ying y el Yang, el necesario puente de encuentro, donde se tocan los extremos. Para consolidar todo bien, es necesario la existencia de un mal que lo contraste y viceversa. Llega el mensajero de la paz en la persona del papa Francisco, líder de más de mil millones de católicos en todo el mundo. Y aquí, se desatan los demonios, portadores del mensaje de guerra que tanto daño le ha hecho a México.

 

APERITIVO:  EL MENSAJERO DE PAZ QUE LLEGA  DEL VATICANO

 

No es una visita cualquiera. Se trata de una visita histórica. Por primera vez pone un pie el papa Francisco en México, el país con más católicos en el mundo, después de Brasil. Y es la primera vez que llega un Papa latinoamericano. De hecho, es el primero en la historia. Adicionalmente, se trata de un Papa de extraordinaria sencillez y carisma. Que más que ningún otro, mueve masas y genera simpatías entre la gente, sin importar su condición o religión. ¡Quién lo diría! Argentino y sencillito.

 

Es por ello que la gente espera mucho de él. No espera que se ponga a citar encíclicas, sino que señale lo que piensa y hable de los temas que importan a México, empezando por la corrupción, la violencia, el narcotráfico, la migración y la pobreza. Ésta última ha sido su caballo de batalla, desde que era cardenal en Argentina y lo ha distinguido a lo largo de su carrera. De hecho, es ésta la razón por la cual adoptó el nombre de Francisco en honor a Francisco de Asís, protector de los pobres. El actual Sumo Pontífice no parece que vaya a dejar ningún tema fuera. Antes de su arribo a México, tras entrevistarse por vez primera en mil años con el patriarca Cirilo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, en Cuba, el Papa envió un mensaje de condolencia a las familias de los reos muertos en el penal de Topo Chico, Nuevo León. Como les digo, no parece un Papa que se calle las cosas.

 

En su reciente visita a Washington, Bergoglio tomó el estrado en el Congreso de EU, por vez primera para el obispo de Roma, y les dijo sus verdades a los políticos más poderosos, haciendo hincapié en temas espinosos como la pena de muerte o la portación de armas.

 

Es necesario que aquí puntualice sobre la corrupción y la violencia, sobre la migración y la pobreza, y ponga puntos sobre las íes sobre los grandes problemas del país,  llevando un mensaje contundente para brindar sosiego, reparación y paz, con una resonancia mundial. Sí, el mensajero de la paz.

 

PIATTO FORTE: LOS MENSAJEROS DE GUERRA, ¿VIENEN O AQUÍ VIVEN?

 

No vienen . Aquí viven. Lo vimos claramente, tras la riña en el penal de Topo Chico, Nuevo León. ¿Qué tiene que pasar para que en una riña dentro de un penal, en donde, supuestamente, el control lo tienen las autoridades, una riña pueda costar 49 vidas?

 

Por supuesto no es la culpa de Jaime Rodríguez, El Bronco. Él apenas acaba de llegar, y esta tragedia es una consecuencia de décadas de políticas fallidas, que han convertido a los llamados Centros de Readaptación Social en verdaderas cloacas, en verdaderos infiernos, en donde gobiernan los mafiosos y no las autoridades. Es cierto que Nuevo León lleva el récord, como es el caso que nos ocupa el de Topo Chico, o el de Apodaca hace algunos años, donde murieron 44 reos. Esto es porque esas prisiones son enclaves de Los Zetas y otros cárteles. Pero, también, han ocurrido más tragedias de este tipo, la riña de Altamira en 2012 que cobró más de 30 vidas, o los 20 en Ciudad Juárez en el 2009. Hay varias razones. En primer lugar, falta de inversión. Los gobernantes no han invertido en el sistema penitenciario porque no les granjea ni votos ni aplausos ni lucran políticamente con ello. Una tragedia de nuestro anquilosado sistema político. Una prisión es la quintaesencia del Estado, como monopolio de la procuración y administración de justicia.

 

Si el sistema de readaptación social no readapta, entonces, no podemos hablar de seguridad. Punto. ¿Cómo garantizar seguridad si estos centros constituyen una zona franca para el crimen?

 

Desde ahí se dirigen operaciones de secuestro, extorsión, trasiego de drogas, prostitución y un largo y doloroso etcétera. Los mensajeros de la guerra.

De las más de 400 cárceles del país, poco más de 20 federales habían comenzado la implementación de un modelo nuevo de “reinserción “ social, en el que el preso conseguía chamba dentro del penal, su sueldo se repartía entre su familia y la reparación del daño.

 

El reo se volvía productivo. Al terminar su condena, no se le dejaba libre así nomas, sino que se le enviaba a una Casa de Medio Camino, en donde se le dejaba libre en un área determinada, para seguir cumpliendo con su empleo y con algunas restricciones de movilidad. Una vez que quedaba demostrado que no reincidía, lo liberaban. Con empleo, y disposición de su sueldo. Urge que se consolide el sistema de reinserción en las cárceles federales y se traslade lo antes posible a las estatales, pues lo ocurrido en Topo Chico no se puede tolerar jamás.

Ay, los mensajeros de la guerra.

 

DOLCE: TÉ MATE Y ALFAJORES

Así, como le gustan al Papa. Y claro, café de Chiapas. No deje de probarlo, Santo Padre. El  mejor del mundo. 

Twitter:@CiroDi

CANAL OFICIAL

Estará fuera dos semanas

Sin recursos para rescate de laguna