Amatlán.- Una mujer de 54 años, vecina de la colonia Colorines, denunció ayer ante autoridades ministeriales a policías estatales, por haber detenido y golpeado a su nieto, de 17 años, del cual hasta el momento desconoce su paradero.
La mujer refirió haber visto cuando los elementos policiacos se llevaron al menor, junto con 2 de sus amigos, quienes la tarde del sábado aparecieron golpeados, cerca del panteón de la congregación La Patrona, municipio de Amatlán.
En la carpeta de investigación 103/2013, presentó la denuncia la trabajadora doméstica Ana Alicia Cajina García, de 54 años, y con domicilio en manzana 29, lote 35, de la colonia Los Colorines, quien demandó que se investigue el paradero de su nieto Angel de Dios Ortega Cajina, lavacoches de 17 años, vecino el mismo domicilio.
Explicó que los hechos fueron el sábado pasado, alrededor de las 10:00 horas, cuando el joven se encontraba en la banqueta de su casa, platicando con sus amigos Jorge Alberto Gutiérrez y Luis González González. De momento, según la mujer, llegó una patrulla de la policía estatal, y los uniformados les empezaron a hacer preguntas a los jóvenes, a quienes colocaron contra la pared. Luego, los subieron a la unidad y se los llevaron.
La mujer, quiso salir a ver lo que pasaba, pero como apenas se había levantado, regresó a cambiarse la ropa, y cuando volvió a salir ya la patrulla no se encontraba.
Junto con uno de sus hijos, quien es padre del joven, acudió a pedir informes a la base de la Policía Estatal en la colonia Buenavista, pero le informaron que ahí no estaba su nieto, y que fuera a preguntar a la base de Seguridad Pública de Fortín.
La mujer, junto con sus familiares, acudieron a esa corporación, y también a las corporaciones policiacas de Orizaba, pero no localizaron al menor.
La misma tarde del sábado, cerca del panteón de la comunidad La Patrona, en Amatlán, fueron encontrados lesionados los jóvenes que también habían sido detenidos: Jorge Alberto Gutiérrez Pérez y Luis González González, quienes fueron auxiliados por paramédicos de la Cruz Roja y trasladados al Hospital General Córdoba.
De acuerdo con la mujer, estos jóvenes no han querido decir qué pasó con su nieto, porque tienen miedo.
Ante esa situación, la trabajadora doméstica acudió interponer una denuncia ante las autoridades ministeriales, por lo que ayer mismo fue girado un oficio al AVI, a fin de que se esclarezca el asunto.
Entre llanto, la mujer refirió que “si mi nieto hizo algo, que lo encierren, pero que digan donde lo tienen para saber, pero si me lo mataron, que digan dónde lo tiraron para que yo lo entierre”.
Sin dejar de llorar, la fémina mostró unos periódicos con fotografías de los jóvenes que aparecieron lesionados, así como otro donde se informa de la agresión que sufrieron 3 menores, a manos de policías estatales.
de la redacción
El Buen Tono
