Agencias
A finales de octubre de 2024, la comunidad de Vasco Gil, en Durango, fue escenario de una serie de explosiones causadas por bombas lanzadas desde avionetas Cessna, presuntamente operadas por sicarios de “Los Chapitos” en su guerra contra la facción de “La Mayiza”, liderada por los hermanos Cabrera Sarabia. En este ataque aéreo, que sorprendió a los habitantes y causó alarma sin dejar víctimas, se utilizó un tipo de bomba casera lanzada desde las alturas para desestabilizar las posiciones de los rivales en la Sierra Madre Occidental. Estos ataques aéreos, similares a una blitzkrieg o “guerra relámpago”, son parte de la estrategia de Los Chapitos para despojar a sus enemigos del control de territorios clave en la región del Triángulo Dorado.
El Ejército mexicano, con el apoyo de aeronaves Beechcraft y helicópteros Blackhawk, intervino en el conflicto y logró interceptar dos avionetas que habían lanzado los explosivos. A pesar de los operativos aire-tierra, los narcotraficantes lograron escapar, dejando atrás las aeronaves abandonadas sin rastros de los explosivos. Esta guerra aérea es un capítulo más de la violenta disputa interna por el control del Cártel de Sinaloa, tras la captura de El Mayo Zambada, donde Los Chapitos enfrentan a sus rivales como el Mayito Flaco y los Cabrera Sarabia.
La violencia en esta región, caracterizada por enfrentamientos entre los bandos, no se limita solo a tierra; las avionetas Cessna se han convertido en herramientas claves para los narcotraficantes, debido a su capacidad de maniobra y aterrizaje en terrenos difíciles, lo que les permite operar en zonas inaccesibles para las fuerzas de seguridad. Con la intensificación de estos ataques aéreos, la guerra por el control de la sierra de Durango se ha elevado a nuevos niveles de brutalidad.