Córdoba.- La familia Aíza evade la responsabilidad de indemnizar a Fabiola Hernández Moreno, quien resultó lesionada en la explosión de una de sus unidades.
A casi dos meses del accidente, presuntamente originado por la mala transportación de pólvora negra que llevaba en una mochila un pasajero, Fabiola no tiene recursos para seguir con sus intervenciones quirúrgicas.
La explosión se registró la noche del pasado 30 de agosto del presente año, cuando la unidad se encontraba estacionada en los andenes de la línea Plateados, propiedad de la familia Aíza. En el accidente murió una persona y 10 más resultaron lesionados, incluyendo a Fabiola, quien por la cercanía que tenía con la zona de la detonación sufrió severas lesiones en el rostro.
Tras varias semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos y más de dos intervenciones correctivas, Fabiola abandonó el 9 de septiembre su habitación en el Hospital Covadonga, donde fue canalizada para su atención. Los gastos de atención fueron cubiertos por la aseguradora de la empresa camionera Quálitas.
A su egreso del hospital privado, Fabiola fue canalizada para consultas de seguimiento al Hospital Regional de Río Blanco, así como al Hospital de Alta Especialidad de Veracruz, donde se supone sería intervenida por un especialista maxilofacial.
SIN APOYO
Antes del accidente, Fabiola había trabajado directamente con la familia Aíza, primero en la propia estación de autobuses y después en las oficinas de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) Córdoba. Pese a que no se trata de una desconocida para la familia, actualmente no cuenta con apoyo alguno para seguir su recuperación.
Por parte de la Secretaría de Salud (SS) fue canalizada al hospital en Veracruz para seguimiento e intervención maxilofacial, cirugía que se le cobrará.
El Gobierno del Estado sólo ha apoyado con el traslado en ambulancia cuando es necesario que acuda a sus citas de revisión. Hasta el momento, se desconoce el costo de dicha intervención, así como el número de cirugías restantes.