Esta semana de fiesta, derroche y alegría, de guadalupanos de fe, sí, de fe a lo invisible que se anuncia, pero no se ve. Así estamos en esta ciudad, llena de peregrinaciones e informes, quiero empezar con una frase del filósofo español, José de San Martín que dice: “la soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales, que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder”.
Me llamó fuertemente la atención, esta frase, al tener cierto parecido con algunos actores políticos de la zona, que se sienten que hasta la virgen les habla, que no los merece ni el mismísimo espíritu santo.
Pero hablemos de lo invisible que sucedió este año, solamente en salarios y prestaciones, llámense “servicios personales”, se gastaron poco más de 103 millones de pesos debido a la excesiva nómina. 11,3 millones de pesos en publicidad, atención a visitantes, convenciones y festividades, en otras palabras sólo se gastó del presupuesto un 8 y 10% en obra pública y acciones, mientras que el 41% son para servicios personales y otro 31% para servicios generales, en este rubro no me transparentaron más de 25 millones de pesos que sólo están etiquetados como “gastos diversos”.
Números invisibles para la ciudadanía que sólo ve las luces del parque del millón de dólares, que ilumina el camino del despilfarro, como el pago de 978 mil pesos en viáticos, o los gastos en “servicios personales” por 6,2 millones de pesos, por “otras gratificaciones” ¡Qué bondadosos!, son dignos de una beatificación.
Cuando la queja de los recortes en las participaciones federales era mayor, se tenía un Superavit por más de 39 millones de pesos de recursos provenientes de las participaciones federales, impuestos y derechos que pagamos los cordobeses, todo eso guardado en el banco, y de ese guardadito, ese ahorrito ha generado casi 3 millones de pesos de “rendimientos financieros”, dinero que debería invertirse en obra pública, más allá de pavimentar y hacer “aulitas”, drenaje y mal tapar hoyos.
Y de obra pública realizada con recursos propios, sólo son 18 millones 665 mil pesos, así queda demostrado que la mayoría de las obras realizadas, son con recursos federales y en estatales en menor medida, como el recién y defectuoso bulevar “Tratados de Córdoba”, o las pavimentaciones en el centro de la ciudad.
Esto es sólo una parte de lo invisible, pero que a unos cuantos nos queda claro que sí se ve, y que no podemos permitir se siga actuando de esta manera, que ya en las urnas quedó demostrado, que no sólo con dinero se gana, que el pueblo está despertando y que la factura se seguirá cobrando de la misma manera en las urnas, destacando que la elección del próximo año es de vital importancia, pues se juega el futuro en el Congreso del Estado, vital para aprobar la cuenta pública del “amo” en turno. Este tema tiene para mucho rato, de continuar por el mismo camino, los candidatos “tocados por la divinidad”, la lucha recrudecerá, la derrota espera a la vuelta de la esquina.
Si este año fue el del despunte, pues el pasado fue el de recuperar lo endeudado que dejó el célebre Lavín a Córdoba, y no hubo tal despunte. Ahora, imaginemos el próximo año, el vulgarmente conocido como “año de Hidalgo” (Ahí les cuento si dejan algo), pues a como van los ahorritos, un DIF con el doble de presupuesto, y con acciones ya cuestionadas y cuestionables por mal servicio, redirección de supuestos servicios, por citar algunos; o el centro de atención ciudadana, ¿qué ni siquiera ve el oficial mayor Froylán Hernández que sus funcionarios cobran en dos municipios?
¿Qué más sorpresas tendremos en el próximo año?, cuando el botín sea mayor, pues llegarán recursos a manos llenas por los célebres Juegos Centro Americanos y del Caribe, sí, esos del reloj horroroso que ensucia el Centro Histórico, de esta ciudad… ¿De a cómo serán los diezmos?
Está más que comprobado que la transparencia es invisible, y que todo lo que venga, suma a la cuenta del banco, que podemos dormir tranquilos, que esto no se acaba, hasta que se acaben el último centavo en las próximas campañas; por su puesto, sin hacer hincapié en los que ya están en campaña, que llevan más de 6 meses al ojo cuidadoso del Instituto Electoral Veracruzano, que al igual que el Instituto de Acceso a la Información y Transparencia, no sirve para nada.
Termino con lo invisible del año y las predicciones para el año del Hidalgo, así lo veo yo desde las gradas, ¿Y usted?
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