Por: Andrés Timoteo / columnista
A pesar de los vaticinios sobre posibles actos de violencia e ingobernabilidad, durante la trasferencia de los gobiernos municipales la coyuntura se dio con tranquilidad a excepción de lo sucedido en Tamiahua, al Norte de la Entidad, donde la alcaldesa Citlalli Medellín Careaga tuvo que rendir protesta en una casa particular, pues los accesos al Palacio Municipal fueron bloqueados por integrantes de una cooperativa pesquera que protestaban por el plagio de su dirigente, Henry Márquez Escudero.
El líder de los pescadores, identificado también como un activista que se opone a la construcción de un gasoducto en la zona, fue liberado sin daños físicos veinticuatro horas más tarde y ese fue el único incidente en la renovación de las Alcaldías. En total, 209 presidentes municipales rindieron protesta con sus respectivos cabildos el domingo pasado. Además, quedaron instalados los Concejos Municipales en tres localidades donde se anularon las elecciones por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Ellos son: Camarón de Tejeda, Emiliano Zapata y Sayula de Alemán, cuyos comicios extraordinarios están convocados para el 18 de marzo. Y claro, pasados los actos protocolarios y los festejos por haberse apoltronado finalmente en el poder local, los nuevos Alcaldes tienen ante ellos el verdadero panorama: cajas vacías, palacios saqueados, deudas descomunales, laudos laborales impagables, pasivos en salarios y prestaciones a burócratas, filas de acreedores, infraestructura urbana destrozada, concesiones amañadas y contratos a ‘empresas fantasma’.
Lo anterior serán fardos pesados a los Gobiernos Municipales para iniciar porque en algunos municipios los alcaldes salientes endeudaron las arcas hasta por tres cuatrienios más, lo que afectará severamente las expectativas de las nuevas autoridades, ya que muchas sólo llegarán a administrar las deudas y tendrán poco margen para realizar obra pública de importancia. Tal es la cruda realidad para los neo-munícipes, quienes tendrán que remar contracorriente para cumplir sus promesas de campaña.
Pero haciendo un repaso a botepronto sobre las primeras horas de algunos Ayuntamientos, tenemos el clásico de “Lo bueno”, “Lo malo” y “Lo peor”. En Córdoba, por ejemplo, Lo bueno: la alcaldesa Leticia López Landero aseguró que gobernará “no solo con perspectiva de género sino con perspectiva de familia”, que su comuna es el “Gobierno paritario” e hizo un reconocimiento público a la profesora Yolanda Monluí, la primera alcaldesa que tuvo la ciudad. “Ella, alcaldesa sustituta y su servidora alcaldesa electa, estamos haciendo historia”, le expresó.
Lo malo: es que le dejaron una Policía sin armamento eficiente para combatir a la delincuencia. Lo peor: los cordobeses esperaban no verlo nunca más, pero, sin pudor, el alcalde saliente Tomás Ríos Bernal se apersonó al acto protocolario. Eso se llama ser muy cara-dura.
En Orizaba, Lo bueno: el nuevo alcalde es Igor Rojí López. Lo malo: su segundo nombre es Fidel, de mal recuerdo para todos los veracruzanos y los orizabeños por aquello del innombrable y de Fidel Kuri. Lo peor: seguirá gobernando Juan Manuel Diez Francos a través de él.
En Fortín de las Flores, Lo bueno: por fin se fue Armel Cid de León, ¡albricias para los fortinenses! Lo malo: no lo ha detenido la Fiscalía pese a que ya no tiene fuero. Lo peor: quiere ser candidato independiente a una Diputación.
En Huatusco, Lo bueno: Se fue el grisáceo y manilarga Santiago Chicuéllar del Ayuntamiento. Lo malo: llegó Balducina Tejeda, la mujer del exalcalde Miguel Ángel Sedas, otro granuja de siete suelas. Lo peor: la primera sesión de Cabildo y el primer día laboral en el Palacio Municipal los presidió Sedas Castro, no su mujer, la Presidenta Municipal, como para que sepan los huatusqueños quién va a gobernar en realidad.
En Xalapa, Lo bueno: llegó un académico a la Alcaldía, el doctor Hipólito Rodríguez -¡por fin alguien que sabe leer y escribir en el poder!-. Lo malo: (para Morena) tendrá que negociar y convivir con el gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares, quien acudió a su toma de protesta como muestra de un trato cortés obligado. Lo peor: el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, le mandó a un chilango para ser tesorero municipal. El presupuesto xalapeño será la caja chica de la campaña pejista.
En Veracruz, Lo bueno: el nuevo alcalde Fernando Yunes Márquez prometió meter a la cárcel a los exdirectores del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS), José Ruiz Carmona y Yolanda Gutiérrez, quienes ‘quebraron’ al organismo. Lo malo: no lo cumplirá, se hará ‘pato’ como en el caso del dirigente del Sindicato de Limpia Pública, Nino Bazxin a quien prometió esperarlo el día primero de enero con una campana y un overol para ponerlo a desquitar su salario como trabajador del área. Lo peor: No puso a trabajar a Nino Bazxin sino al contrario, le dio nuevos camiones recolectores a su gremio y sonriente se tomó la foto con él. Para blandengue les gustaba a los porteños.
CABAÑUELAS ELECTORALES
Comienza el año y lo que suceda en esta primera semana marcará todo el 2018. Será una especie de cabañuela electoral. Ayer, 2 de enero, según lo anticipado, el precandidato a la Gubernatura por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Cuitláhuac García Jiménez, se registró ante los órganos de su Partido e iniciará precampaña; pese a que no fue el único contendiente inscrito sí será el ungido, pues desde hace más de dos meses recibió el ‘dedazo’ del propio Andrés Manuel López Obrador.
Lo del registro de ayer fue mera formalidad porque ya tiene la postulación en la bolsa. García Jiménez llevará a la contienda la cartera de propuestas del tabasqueño López Obrador, pues aun cuando ha sido Diputado Federal nunca tuvo agenda propia para Veracruz. Su votación dependerá del llamado “Efecto Peje”.
Por cierto, para quienes dudaban de que Morena recibe cascajo, lo peor de la fidelidad, ayer en el registro de García Jiménez se presentó a apoyarlo el exdirigente del PAN, Alejandro Vázquez Cuevas y anunció que buscará una Diputación abanderado por el partido de López Obrador. Vázquez Cuevas fue, en su momento, el panista más fidelista o más rojo, luego saltó al PES que en el 2016 lo impulsó como candidato a la Gubernatura y ahora busca un nuevo abanderamiento con la bendición de Morena, la perdona-todo.
En tanto, el ahora exalcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, también único precandidato inscrito en Acción Nacional e inminente abanderado de la coalición formada con el PRD y Movimiento Ciudadano (PMC), comenzará precampaña hoy miércoles 3 de enero.
El tercer aspirante a la Gubernatura es el senador con licencia, José Yunes Zorrilla, quien se inscribirá como precandidato el viernes 5 de enero. Se convertirá en candidato después de una larga espera y de soportar el maltrato reiterado de sus propios correligionarios en el PRI y su registro en el tricolor se efectuará un día antes de la llegada de los Reyes Magos -vaya coincidencia- y el domingo 7 de enero comenzará su labor de precampaña.
¿Qué llevará Yunes Zorrilla de propuestas a los electores? Poca cosa. Tal vez su capital político personal, pero que le será insuficiente para revertir los pronósticos negativos. El peroteño es el perjudicado de todos los desatinos del gobierno de Enrique Peña Nieto, el desastre que dejó la fidelidad en Veracruz y el desprestigio total del PRI. Además tiene dos retos, uno, lograr que los propios priistas le crean y el segundo -y más difícil, casi imposible- que el resto de los ciudadanos lo voten.
Pero en eso de las cabañuelas electorales hay otras impulsadas desde el altiplano que dejan impresiones muy puntuales a nivel local. Una que es grave para la ortodoxia priista local y por supuesto, para el ánimo de los militantes del tricolor, pues se trata del cambio de sede de la celebración de la Ley Agraria de 1915, que en las últimas décadas era el escenario de mensajes y ánimos en las bases del priismo.
Promulgada hace 103 años en Veracruz por el entonces presidente Venustiano Carranza, el evento conmemorativo se convirtió en la exhibición pública, casi faraónica, de la militancia priista rural-campesina. Evento ocupado, claro, en años electorales para dar la impresión que los candidatos del PRI tenían de su lado al campesinado. Este año ya no será así, no al menos para los aspirantes locales, pues el festejo se hará en la Casa del Agrarista, de la CNC, en la Ciudad de México.
Ahí estará el presidente Enrique Peña Nieto y el candidato a sucederlo, José Antonio Meade Kuribreña, además de todos los líderes de sectores, bancadas y corrientes. ¿Qué significa eso? Que el precandidato a la Gubernatura, Yunes Zorrilla no tendrá ese “músculo” rural. No recibirá el respaldo de la estructura campesina y obviamente, el precandidato presidencial Meade tampoco, no estará aquí apuntalando su propia aspiración en Veracruz. ¿Cabañuela o pronóstico descarnado?
La segunda cabañuela interesante es que el candidato más aventajado a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, comenzará formalmente su precampaña de este año en Veracruz. Lo hará del 6 al 12 de enero, recorriendo los municipios de la zona Centro y Norte de la entidad como Yanga, Tezonapa, Amatlán de los Reyes, Acultzingo, Mariano Escobedo, Misantla, San Rafael, Álamo, Chicontepec y Tempoal.
En dicho recorrido, Cuitláhuac García será arropado porque el tabasqueño lo llevará por todos esos lugares y hará campaña a su nombre en las asambleas públicas. Es el impulso de un gigante, hay que decirlo, pues López Obrador arrasa en todas las encuestas de intención del voto. Es lo que se dio líneas arriba: la apuesta por el “Efecto Peje”, estrategia que en Veracruz se pondrá en marcha a partir del Día de Reyes.