Río de Janeiro.- Las fuertes lluvias del martes y ayer paralizaron gran parte de Río de Janeiro, una metrópolis tropical que intenta mejorar su infraestructura con el fin de prepararse para recibir la Copa Mundial del 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Durante la noche, la segunda ciudad más grande de Brasil recibió más lluvias de las que se esperarían en un año normal para todo el mes, dijeron meteorólogos.
Las precipitaciones inundaron grandes carreteras, derribaron casas en suburbios de clase media, suspendieron las salidas de trenes y vuelos y crearon tal descalabro que el alcalde Eduardo Paes pidió a los residentes que permanecieran en sus casas.
No se han reportado muertes, aunque el personal de emergencia se desplegaba en las primeras horas de la tarde del miércoles para atender a heridos aislados.
Aunque diciembre es parte de la temporada lluviosa del año, la intensidad de las lluvias destacó los antiguos temores sobre inundaciones.
agencia