AGENCIA
Guatemala.- Las intensas lluvias que han azotado Centroamérica han dejado hasta este martes al menos 16 fallecidos y más de 7 mil personas afectadas, con El Salvador siendo el país más golpeado. Según datos oficiales, 11 personas han perdido la vida en El Salvador, incluidos dos menores de edad, mientras que en Guatemala se registran cinco fallecidos.
En El Salvador, las lluvias persistentes desde el fin de semana han causado múltiples estragos. Más de mil 900 personas han sido trasladadas a refugios debido a las incesantes precipitaciones que han afectado gravemente las zonas oriental y occidental del país. Las autoridades han reportado viviendas anegadas, ríos desbordados, cultivos inundados, árboles caídos y carreteras obstaculizadas. Se espera que las lluvias comiencen a disminuir gradualmente el miércoles.
En Guatemala, el presidente Bernardo Arévalo de León informó que la principal carretera hacia el sur del país, afectada por un hundimiento debido a las lluvias, permanecerá inhabilitada al menos tres semanas mientras se realizan trabajos de reparación. Esta carretera, que conecta la Ciudad de Guatemala con el océano Pacífico, es vital para el transporte de mercancías y la comunicación con la región sur del país. Las lluvias han dejado cinco personas fallecidas, ocho desaparecidas y más de 650 evacuadas debido al riesgo de deslaves.
Honduras, aunque no ha registrado fallecidos, enfrenta una grave situación con más de 5 mil 200 personas afectadas. La Secretaría de Estado en los Despachos de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales ha enviado ayuda humanitaria al sur del país, la zona más afectada por las inundaciones. El municipio de Alianza (Valle) está en alerta roja debido al desbordamiento del río Goascorán, que ha incomunicado varias aldeas y comunidades. Las autoridades reportan 568 personas damnificadas, 95 evacuadas y 66 viviendas dañadas.
En Costa Rica y Panamá, la situación ha mejorado ligeramente en las últimas horas. El Instituto Meteorológico Nacional de Costa Rica informó sobre lluvias variables con posibilidades de tormentas eléctricas en algunas regiones, mientras que en Panamá se esperan aguaceros dispersos con actividad eléctrica. Hasta ahora, no se han registrado fallecidos ni un número elevado de afectados en estos dos países.
La respuesta de las autoridades en toda la región ha sido rápida, pero los desafíos continúan debido a las condiciones meteorológicas adversas y la infraestructura dañada. La comunidad internacional está observando de cerca y se espera que la ayuda humanitaria siga llegando para apoyar a los afectados en esta crisis climática que pone a prueba la resiliencia de Centroamérica.