Mucho se dice y poco se hace. Para nadie es un secreto que el cambio climático representa la mayor amenaza mundial para la humanidad entera en el futuro; es decir, para este preciso momento, porque el futuro llega tan de prisa que nadie lo nota.
“Suficientes problemas tenemos hoy día para todavía tener que lidiar con inundaciones y deslaves… desafortunadamente esos problemas no son más que realidades en el aquí y ahora de nuestra geografía, es decir en el mundo; y para agravar la realidad y/o problemas o como usted le quiera llamar a esta clase de situaciones.
Estos eventos naturales no pueden ser resueltos con bloqueos, marchas, reformas, privatizaciones, confrontaciones, mítines, granaderos, la Marina, los vengadores, la cruzada contra el hambre, las guardias comunitarias, los Anonymus, ni con cualquier otro remedio casero que usted conozca, así jure y perjure que es la panacea de todos los males.
Un punto de inflexión es aquel gráfico donde los valores de x de una función continua pasan de un tipo de concavidad a otra. La curva “atraviesa” la tangente. Matemáticamente la derivada segunda de la función f en el punto de inflexión es cero, o no existe.
En otras palabras es llegar a un punto máximo en el que no existe forma alguna de retornar. Y eso es precisamente lo que ha sucedido con la capacidad de restauración del planeta, la herida ha sido lo suficientemente profunda para que las consecuencias sean inigualables e irreparables, “y lo menciono de esta forma para evitar generar una histeria colectiva y mañana mismo le pongamos nuevo día y hora en el calendario al fin del mundo”.
Los eventos climáticos recientes en nuestra zona son tímidos esbozos de los desastrosos escenarios que se registraran en los próximos años en nuestra región, en nuestro estado y en general en todo el país. Y me refiero más precisamente a nuestro país, porque en otras latitudes existen políticas de estado encaminadas al cuidado del medio ambiente, el uso de energías renovables y sobre todo la educación holística de la población para hacer frente a una responsabilidad de semejante tamaño. México cuenta con un potencial tremendo para poder ser un país líder y modelo en materia de adaptación y mitigación al cambio climático a nivel mundial.
Existe una oportunidad histórica de generar de una vez por todas un cambio profundo en la manera de desarrollar al país, debemos aprovechar este incipiente despertar de la consciencia colectiva para alcanzar los cambios que verdaderamente urgen y son necesarios para México.
Para ello está completamente demostrado que no se necesitan políticos, lo que se necesita son hombres y mujeres con un enorme sentido común y un profundo respeto por todas las formas de vida que en el mundo habitan. Por ahora es demasiado tarde para ser pesimistas.