Córdoba.- La falta de un programa bien estructurado por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ha provocado que el libramiento Córdoba-Veracruz se convierta en un calvario para los automovilistas que viajan hacia el sureste del país o hacia la capital del país.
Juan Hernández, –trailero– y Fernando Olivares, Armando Zenteno, Diana Fentanes, automovilistas, manifestaron que es prácticamente una violación a sus derechos de libre tránsito, porque pierden más de una hora para pasar este libramiento de 10 kilómetros; cuando normalmente hacen un tiempo de 10 minutos.
La rehabilitación de esta obra que se realiza con pavimento hidráulico, que si bien es cierto que es lo mejor que están haciendo, desgraciadamente va exageradamente lento; luego de que apenas llevan un avance de 3 kilómetros, iniciando del distribuidor vial que se ubica a la altura a la desviación a Potrero, municipio de Atoyac.
Señalaron que primero tenía la oportunidad de entrar por Peñuela y retomar la autopista a la altura del distribuidor vial de San Miguelito, pero ahora está bloqueado por estas obras y esto hace más desesperante pasar por esta ciudad.
Esto ha hecho que los que tomen como alternativa un camino vecinal que entran atrás del cerro de la empresa Peñuela y Contaderos, llegan a la comunidad de Cuauhtémoc para salir a San Rafael Río Seco y viceversa; que en su mayor parte es carretera de terracería y que está en pésimas condiciones.
Habitantes de municipios circunvecinos, como Cuitláhuac, Tezonapa, Yanga, Omealca, Atoyac y Paso del Macho, expresaron que entrar a Córdoba es imposible, por lo que han decidido no ir a esta ciudad.
Todo esto, de acuerdo a información de la Canaco, está afectando la economía de esta ciudad, ya que se queja de las bajas ventas; tomando en cuenta también el problema que enfrenta el sector cañero.
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