Ciudad Mendoza.- Tras las agresiones sobre esposas, madres e hijas de trabajadores despedidos de 1991 de la CIVSA, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), no ha dado solución, hoy se cumplen 24 años de los hechos, por ello el líder de los trabajadores, Hipólito Flores Alonso, calificó a la dependencia como palera del Gobierno y corrupta.
El 26 de septiembre de 1991, los obreros de la Compañía Industrial Veracruzana, Sociedad Anónima (CIVSA), cumplían 38 días de huelga, la manifestación estalló por el despido injustificado de 56 trabajadores; hasta la fecha no hay una solución, para más de 200 de ellos en resistencia, 43 fallecieron por falta de seguridad social; a más de dos décadas el movimiento se encuentra en el olvido ante la indiferencia de autoridades, son víctimas del burocratismo y del neoliberalismo rapaz que pretende su extinción.
En 1991 con la inminente puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la industria textil en el país fue extinguida, el corredor industrial en la zona Centro de Veracruz que un día llegó a nombrarse La Manchester Veracruzana fue cerrando sus puertas, despidieron a las bases.
La Santa Rosa fue la última en resistir los embates del sistema económico; la CIVSA se inauguró el 15 de mayo de 1896 por el presidente Porfirio Díaz, junto con las de Río Blanco y Nogales fue de las más importantes del país por la inversión extranjera (principalmente francesa), y la explotación a la clase trabajadora, no en vano el 7 de enero, de 1907 se encendieron los ánimos insurgentes volviéndose precursores de la Revolución Mexicana e iniciadores del Movimiento Obrero Nacional.
El 19 de agosto de 1991 la empresa decidió la rescisión de contrato de 56 trabajadores; ese mismo día más de 300 obreros colocaron las banderas rojinegras e inician una protesta en respaldo de sus compañeros.
Enfrentamiento
El 26 de septiembre, la Policía Estatal y esquiroles iniciaron el enfrentamiento, desalojaron a los obreros que mantenían la huelga, los golpearon, encarcelaron e intimidaron, tomaron el frente de la fábrica y rompieron las banderas de huelga.
Los obreros desalojados convocaron a una marcha de protesta, acompañados de sus familiares llegaron hasta el parque Hidalgo, a lo lejos más de 500 policías cerraron el paso al contingente.
Un grupo de mujeres tomándose de los brazos continuaron sin detenerse, seguidas de los asalariados, gritando consignas, entonces uno de los comandantes de la Policía dio la orden y los estallidos de gases lacrimógenos dispersaron a los manifestantes, el cataclismo inició.
Los trabajadores de la CIVSA despedidos hace 24 años buscaron la intervención de presidentes de la República, desde Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. Además de gobernadores como Patricio Chirinos, Miguel Alemán, Fidel Herrera y el actual, Javier Duarte, sin respuesta alguna.
El conflicto laboral se convirtió en un problema social que se tradujo en desintegración familiar, desempleo, alcoholismo, falta de seguridad social y pensiones, la mayoría rebasa los 60 años de edad y carecen de garantías para una vida digna.