- Cuatro de los ahora occisos eran originarios de Coxolitla de Arriba y el otro de la colonia El Encinar, perteneciente a Nogales
Acultzingo.- Ayer sábado, arribaron a la cabecera municipal los cuerpos de los cinco artesanos originarios de las localidades Coxolitla de Arriba y El Encinar, los cuales fueron encontrados desmembrados durante la semana pasada en el municipio de Chilapa, Guerrero, a donde habían viajado para vender sus muebles de madera.
Los cadáveres fueron recibidos por los familiares de los ahora occisos. En el lugar también estuvo presente el presidente municipal René Medel Carrera, quien se trasladó a la entidad gue-rrerense para realizar las gestiones necesarias, a fin de traer los restos mortales de los finados.
*Cifra
7 cuerpos
Los restos humanos estaban en el interior de 15 bolsas negras de plástico. De los siete cadáveres encontrados, uno correspondía a una mujer.
Luego de la realización de una misa en la iglesia de Acultzingo, los cuerpos de cuatro de los artesanos fueron trasladados a la comunidad Coxolitla de Arriba, donde serán velados y sepultados en las próximas horas en el cementerio de aquel poblado. En tanto, el otro joven fue enviado a El Encinar, perteneciente al municipio de Nogales, para ser enterrado.
Con relación a las gestiones que realizó el muníci-pe para que los cuerpos de los campesinos fueran entregados a sus parientes, se conoció que el gobernador del estado de Guerrero, Héctor Astudillo, fue quien costeó los estudios de ADN que se les realizaron a los cuerpos en el Servicio Médico Forense (Semefo), así como su traslado a Acultzingo.
*el tip
‘Focos rojos’
Chilapa es la tercera ciudad más violenta de Guerrero, después de Chilpancingo y Acapulco. En dicho lugar se libra una disputa entre los grupos delictivos Los Rojos y Los Ardillos, la cual ha dejado más de 400 muertes.
Cabe señalar que la desaparición y muerte de los artesanos se dio desde la semana pasada, cuando estos salieron de sus hogares para vender sus productos de madera en Guerrero, a fin de llevar sustento a sus familias.
Sin embargo, los trabajadores fueron víctimas de la delincuencia, siendo asesinados, desmembrados y arrojados -dentro de bolsas plásticas negras- en un paraje de Chilapa.