Llegan cientos de peregrinaciones

Orizaba.- Más de 350 peregrinaciones son las que el Santuario Guadalupano de La Concordia habrá de recibir en el transcurso de esta semana, de igual forma serán miles las personas provenientes de diferentes comunidades, colonias, barrios, instituciones educativas, 

dependencias de Gobierno, paraestatales y empresas de la región, todos ellos realizarán la tradicional procesión con la finalidad de rendir homenaje a la Morenita del Tepeyac.

 

Cientos de grupos de personas, provenientes desde lugares tan alejados como San Juan Texhuacan, llegan para realizar peticiones, solicitudes de trabajo, salud o simplemente para dar gracias y retirarse con la fe renovada, con un nuevo compromiso personal que cumplir para el año siguiente. “He venido a dar gracias a la Virgencita por que me ha permitido tener salud durante todo el año, y le he pedido me conserve de la misma forma para volver el siguiente, es lo que siempre le pido, ya que teniendo salud aunque no tenga trabajo estable, podré conseguir todo lo que me proponga’’, comentó Miguel Ángel Domínguez, casi a punto de ingresar al Santuario Guadalupano.

 

Para la mayoría de los peregrinos, el acto no sería completo si no se acude al altar destinado a la Guadalupana. Una vez ahí, las oraciones dan inicio a la comunión existente entre la Morenita y quien le llega a dar muestras de cariño. Veladoras, una rosa, un ramo de flores o grandes arreglos, empiezan a juntarse, son los presentes que han dejado a la Virgen del Tepeyac, de quienes se han retirado.

 

Afuera se escuchaban los tambores de una peregrinación más que ya se acercaba, eran empleados de una reconocida empresa exportadora de café, que anunciaban su llegada a La Concordia. Se podían contar por decenas, también acudían para mostrar su fe y confianza en la Emperatriz de América, con respeto ingresarían al recinto que ya les esperaba en completo silencio.

 

En los alrededores del parque de La Concordia, los puestos de los tradicionales chileatoles, esquites y elotes ya hacían la delicia de los peregrinos que se retiraban. No podían faltar las tradicionales gorditas orizabeñas que una ancianita septuagenaria preparaba mientras nos decía, “la Morenita se porta bien con nosotros, no importa que nada más cada año nos den permiso de vender, nos damos por bien servidos porque sabemos que cientos de personas vendrán a verla y gracias a ello nosotros tenemos trabajo, finalmente, es producto de la fe que todos tenemos por la Morenita, por eso es que aquí llegan todos a ver a nuestra Virgencita’’, dijo.