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Lidiar con la realidad

Superiberia

Frente a la saturación de imágenes, la propuesta de la fotógrafa mexicana Fabiola Menchelli se inscribe en la abstracción.

 

Su trabajo Construction No. 4, ganador de la edición 16 de la Bienal de Fotografía 2014, ahora forma parte de la exposición De la escultura al archivo, que el pasado jueves se inauguró en el Centro de la Imagen, donde se anunció la reanudación de las actividades de la biblioteca especializada en fotografía e imagen.

 

El proyecto galardonado es resultado de dos años de investigación, señala Menchelli.

 

“Es fotografía abstracta y mi intención es hablar acerca de cómo se construye nuestra percepción de la realidad y cómo vamos, de acuerdo con nuestra historia y experiencia, construyendo nuestra realidad mental para poder lidiar con la realidad del mundo”.

 

“Intento que el espectador se cuestione lo que está viendo, lo que es real, lo que es físico, como el papel, lo que es un rayo de luz o una sombra y de ahí hablar de cierta responsabilidad como público o que tenemos acerca de la construcción de nuestra propia realidad”.

 

Menchelli se interesa en esa relación entre la abstracción y la fotografía como medio “para hablar acerca de algo más imaginario, un espacio más mental”, y entonces su trabajo “es una reacción a la saturación de imágenes en las que vivimos. Todo el tiempo estamos bombardeados, nos comunicamos a través de imágenes y de alguna manera la abstracción y esta geometría súper simple te da un espacio para visualizar y observar pero sin presión.

 

“El mensaje lo pones tú; es como una lectura más lenta de las cosas y creo que en esta realidad en que vivimos es súper importante empezar a bajar la velocidad, aprender a observar y a saborear eso en vez de estar corriendo”.

 

Sus imágenes ofrecen un descanso incluso de pensar en la teoría, tanto ella como el espectador están en el presente: “Tienes que ver las líneas, mover las cosas para que empiecen a cuadrar”.

 

Vivimos también un momento en el que se privilegia la imagen a experimentar las cosas. Baste un ejemplo: las personas hoy miran los conciertos a través de las cámaras de su teléfono celular y “eso cambia nuestra forma de percibirnos, de comunicarnos y de pensar acerca de nuestro mundo”.

 

“Me obsesionan un millón de cosas, entre ellas la luz, la geometría, los espacios, las ideas acerca de la construcción, de la percepción de la realidad; como fenomenología me obsesiona que las cosas estén bien hechas, que se conecten, que la fotografía sea física, que las cosas tengan una cierta gravedad y se materialicen frente a ti, que no se quede en esta nube de datos que todavía no entiendo. Esas fotografías están como perdidas y pocas veces se convierten en algo tangible, como antes lo eran los álbumes de fotos”.

 

Alegra Cordero, coordinadora de exposiciones y curaduría del Centro de la Imagen, explica que la curadora de la muestra Magnolia de la Garza, concibió De la escultura al archivo con base en los trabajos de las dos ganadoras Fabiola Menchelli y María María Acha-Kutscher “y sumó el archivo y la escultura a través de la fotografía para articular la exposición con algunas fotografías de artistas seleccionados en la bienal y otros invitados”.

 

Lo que el visitante ve en esta exposición es un termómetro de lo que ocurre con la fotografía en México, donde existen diferentes preocupaciones y diversas técnicas.

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