Cd. de México.- Juan Manuel Muñoz Luévano, Mono Muñoz y conocido entre sus sicarios como El Ingeniero, presunto enlace en Europa del cárcel Los Zetas, ordenaba desde España secuestros, torturas, amenazas y asesinatos.
“El teléfono de la Muerte”, se llama el artículo que publicó un diario español que muestra una de las conversaciones donde el Mono Muñoz habla con una de sus víctimas, de nombre Gustavo, quien le pidió clemencia, pero la suplica del hombre fue en vano y revela que ordenó la ejecución de una Fiscal de Coahuila, que presuntamente colaboraba con la organización.
La llamada telefónica, ocurrida el 27 de junio de 2014 está dentro de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y muestra que pese a pedirle tiempo y una oportunidad, El Mono le anuncia a su visita que lo iban a secuestrar como garantía por el pago de una deuda de 24 millones de pesos.
“Muñoz: Estoy que muero del pinche coraje. Si te tuviera enfrente te mataba. Y a usted con todo respeto (se refiere al padre) tiene un hijo que no vale una chin… una ver… , eh. ¿Qué va a hacer? Ahora se lo van a llevar, y se lo van a llevar en garantía hasta que paguen, eh. ¿Se oyó?
Gustavo: Aquí le estoy escuchando Ingeniero.
-Muñoz: Bueno, te vas a ir en garantía hasta que, hasta que me regreses mis cosas bien y todos los gastos que eso implica. Si es que eres un costal de mañas y mentiras. Si yo te decía por qué haces eso, pues no, puras mama…Y te di la oportunidad de que arreglaras bien…
-Gustavo: Deme una oportunidad…
-Muñoz: No, no, no, ¿Cuál última oportunidad? ¿Qué vas a hacer? ¿Vender tu alma? ¿Qué vas a vender? Dime de dónde crees reponer 24 millones de pesos, ¿de dónde?
“Es una lástima porque te quería a ti y a tu familia. A todos cab…”
-Gustavo: Déjeme intentarlo Ingeniero, deme tiempo.
-Muñoz: No, no, ¿cuánto tiempo? Ve al banco que te den tiempo. Yo ya te dije, ahorita te van a llevar, y, y, y ya hasta que pague te regresas. Eh, es una lástima porque te quería a ti y a tu familia, a todos ca…, y te dije que iba a ser tu tumba, además de pu…a te quebró wey…” revela la investigación.
“El comunicante transmitió a Muñoz que cuando llegaron al taller, Chido, uno de los sicarios más activos, les dijo: “por las buenas vinimos. No hicieron caso. Ahora vienen las malas”.
Que no entraron porque sólo iban cuatro y no quisieron correr riesgo. Que la próxima vez irán más y más preparados. Muñoz respondió: ¿Y los federales que teníamos ahí? a lo que su interlocutor contestó: “Hoy no pudieron acompañarnos, pero ya Zamora habló con ellos para que también estén para caerle de sopetón”.
Y el Ingeniero apostilló: “que caiga también su familia, consigna el medio.