Córdoba.- El líder cañero del ingenio San Miguelito, Adán “N”, y sus tres escoltas fueron consignados ante un Juez de Control y Procedimiento Penal con sede en la ciudad de Xalapa, donde quedaron bajo prisión preventiva y en espera de que venza el término para ser vinculados y determinar a qué penal serán enviados.
Estas personas fueron detenidas por la Policía Militar la tarde del pasado miércoles en la carretera estatal Córdoba-Amatlán, a la altura de la Central de Abastos, cuando viajaban en una camioneta Ford cerrada, color vino, llevando tres armas de fuego, entre estas un rifle AR-15 de uso exclusivo del Ejército, así como dos escuadras calibre 9 milímetros y 251 mil pesos en efectivo que no pudieron acreditar.
Luego de la detención, el dirigente de la U.L.P.C.A. CNC del ingenio San Miguelito y sus tres escoltas fueron puestos a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR), con sede en Córdoba, para la responsabilidad que les resulte.
Ayer por la tarde, el titular de la Agencia del Ministerio Público Federal consignó a los cuatro acusados ante un Juez de Control de Proceso y Procedimiento Penal con sede en la ciudad de Xalapa, donde se llevó a cabo la primera audiencia en la Sala de Juicios Orales.
Al término de ésta, se les legalizó la detención y quedaron bajo prisión preventiva y a la espera de que durante la Audiencia de Vinculación se determine a qué penal deberán ser trasladados.
Cabe mencionar que el aún presidente de la CNC en el ingenio de San Miguelito, asumió el cargo en mayo del 2010, luego de que un grupo de abastecedores protestaran frente a la organización contra Raúl Ríos por un desvió de 20 millones de pesos.
Sin embargo, a finales de 2014 varios cañeros protestaron y tomaron las oficinas de la CNC contra Adán “N” por el adeudo de sus pagos, pero fueron desalojados con palos y armas.
Debido a la nula atención que realizó el dirigente nacional de la CNC, Daniel Pérez Valdez, los cañeros emigraron a otros ingenios y otros más crearon una nueva organización, pues aseguraron que el líder empezó a contar con escolta armada, quienes los amedrentaron y amenazaron en algunas ocasiones para que desistieran de exigir aclaraciones y cuentas.
Desde aquella manifestación, el líder cañero tiene personas que custodian su estancia y las instalaciones de cenecistas, con lo que impedía que los productores se quejaran e intentaran tomar las oficinas para suspenderlo.
Actualmente está pendiente para la organización presentarse al Comité de Producción y Calidad cañera para determinar los ajustes del fin de zafra.