Orizaba.- La juez Tercero de Primera Instancia, Alma Aleida Sosa Jiménez, dejó en libertad, bajo las reservas de ley, al trabajador de Comisión Federal de Electricidad (CFE), Iván Gastón Teutli Fernández, acusado del plagio de la joven Mayra Griselda Huerta Merino.
Según el criterio de la juez, el inculpado no fue encontrado culpable porque desde su captura negó los cargos.
En un careo que sostuvo con el instructor del gimnasio Atlethic-Gym, Arturo Castillo Ruiz, a quien si le dictó el auto de formal prisión, Iván Gastón Teutli Fernández, se declaró inocente.
Alegó que Arturo lo había incriminado, supuestamente por la tortura que le dieron los agentes del equipo de Antisecuestro de la Procuraduría General de Justicia, pero no porque le constataran los hechos.
Sin embargo, en su declaración ministerial, la cual consta de 4 hojas, Arturo describe como Iván Gastón y Jibran López Hernández (este último prófugo de la justicia), secuestraron a Mayra Griselda Huerta Merino.
En una de las hojas, Arturo menciona que a las 22:30 horas salió del gimnasio ubicado arriba del Oxxo de Sur 9.
Se dirigió a la casa de empeño que está en Oriente 6 y Sur 9, y ahí se entrevistó con Teutli, quien le hizo saber que las cosas se habían complicado y por ello habían despachado a Mayra.
Según Arturo, el vio el cuerpo de la joven, maniatado, cubierto con sábanas, inmóvil en la parte trasera de la camioneta que conducía Teutli.
Lo que no puede precisar es el lugar de donde arrojaron el cadáver, por que dice, eso le tocó hacerlo entre el ahora liberado Iván Gastón y Jibrán López.
Lo cierto es que debido a este caso se les integra el expediente 52/2013 en el Juzgado Tercero de Primera Instancia, al ser denunciados por Eugenia Merino Rosas, madre de la desaparecida, quien tiene su vivienda en avenida Hidalgo entre la calle Nicolás Bravo y Pino Suárez de Ciudad Mendoza.
Los hechos ocurrieron el 7 de mayo por la mañana y por la tarde la joven Mayra Griselda ya no regresó a su casa.
Su madre recibió una llamada telefónica por medio de la cual le hacían saber que estaba secuestrada y pedían $ 350 mil para liberarla, pero al no acceder ya no la dejaron en libertad y hasta el momento se desconoce de su paradero.
Pese al señalamiento de Arturo contra Iván Gastón, la desaparición de la joven y las declaraciones, la juez consideró que no había pruebas y dejó libre al procesado.
Extrañamente a Arturo si le declaró el auto de formal prisión, y ahora será el fiscal Andrés Durán Salazar quien apele el veredicto para echar abajo el fallo y buscar la orden de captura.
Gabriel Lagos
El Buen Tono