AGENCIA
Argentina.- Un niño de 12 años vivió el peor momento de su vida el pasado sábado 24 de agosto en la comunidad de Villa Aurora, en Santiago del Estero, Argentina. Lo que comenzó como una simple visita a sus hermanos terminó en un aterrador secuestro cuando fue interceptado, amarrado de pies y manos, y abandonado en un monte por un hombre desconocido.
El incidente ocurrió alrededor de las 17:30 horas, cuando el niño, bajo la tutela de su tía, salió de casa para encontrarse con sus hermanos. Sin embargo, nunca llegó a su destino. Al notar su ausencia y tras horas de preocupación, la tía decidió acudir a la policía local para denunciar su desaparición.
De inmediato, se activó un operativo de búsqueda que movilizó a la policía, quienes comenzaron a rastrear la ruta que el menor habría tomado. A medida que avanzaban, los agentes llegaron a una zona rural y montañosa, donde las casas dispersas y el entorno desolado aumentaron la tensión de la búsqueda. Fue en este escenario donde la policía, siguiendo una corazonada, encontró al niño en una situación que superaba cualquier expectativa.
Los agentes divisaron un objeto extraño moviéndose cerca de un camino secundario. Al acercarse, descubrieron al niño tirado en el suelo, atado de pies y manos con cables, y con la cabeza cubierta por la gorra de su sudadera. En estado de shock, el menor relató que había sido interceptado por un hombre mientras caminaba cerca del monte. Este individuo lo acusó falsamente de haber robado figuras y cables de cobre. A pesar de negar las acusaciones, el niño fue alcanzado nuevamente por el agresor y un acompañante, quienes lo ataron y lo dejaron indefenso en la cuneta.
Gracias a la rápida intervención de la policía, los presuntos responsables, un hombre de 48 años y su hijo de 22, fueron identificados y detenidos poco después del rescate. Ambos enfrentan cargos graves por secuestro y lesiones.
Este terrible incidente ha conmocionado a la comunidad de Villa Aurora y ha puesto en evidencia la importancia de la rápida acción policial en casos de desaparición. Mientras tanto, el niño se recupera del trauma, recibiendo apoyo de su familia y de las autoridades locales.