Conocido en Palacio como Pepe Arenas, porque todo el dinero lo convertía en arena, el exdirector de Recursos Materiales del Ayuntamiento de Córdoba, encargado, entre otros menesteres, de las más importantes adquisiciones, compras e inversiones que implicaban grandes sumas de dinero para engrosar las cuentas privadas de Tomas Ríos, a su salida dejó su área con las bodegas vacías y las computadoras sin información.
Ávido y ‘trucha’ para el dinero y los negocios, nunca se ocupaba de minucias. Comentan trabajadores de Mantenimiento Público del Ayuntamiento que, durante el terrible cuatrienio de Tomás@elalcahuetedePortillayLavín, Pepe Arenas nunca les compró equipo de seguridad, aduciendo que jamás se lo habían solicitado y por eso los empleados tenían que hacer las reparaciones con improvisación y riesgos. Lo suyo eran los negocios millonarios como el reparto de las licitaciones y contratos para la instalación de los parquímetros en el Centro de la ciudad, que en la primera etapa le otorgaron a la concesionaria Zeus Monitoreo Vial, SA de C.V, de la que los ínclitos herederos del clan del Coludido: Raúl de la Huerta Manjarrez y Raúl Arróniz de la Huerta, resultaron ser socios y dueños. Para la segunda etapa de licitaciones, Pepe Arenas se arregló ‘en lo oscurito’ con Arturo Schietekat, director de Parkare Group, la misma empresa catalana que benefició económicamente al exjefe de Gobierno de la CDMX, Marcelo Ebrard, en la instalación de los parquímetros. Otra empresa que también fue proveedora de parquímetros en Córdoba es Estacionamientos y Sistemas de Parking, SA (EYSPSA) que se encuentra bajo proceso de registro y por eso no se ha sabido quiénes son los dueños favorecidos por Tomás y Arenas, y que a cambio los billetearon…
¿Lo Sabremos algún día y se devolverá el dinero robado para aplicarlo en las colonias y calles de Córdoba?