Orizaba.- El vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, mencionó en torno a la Ley de Seguridad Interior que “hay cierta premura al declararla, y aunque sí se ve la necesidad de promover la seguridad en nuestras comunidades, se tiene que tener la humildad legislativa para corregir lo que sea necesario tras su puesta en marcha”.
Ante la controversia que ha causado entre los diferentes sectores sociales, de Derechos Humanos e incluso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por considerar que representa un grave riesgo el proyecto de Ley aprobado por la Cámara de Diputados y ahora a consideración del Senado de la República, esto, porque no aborda las causas estructurales de la violencia ni propone medidas transformativas para superar la situación actual de violencia que se vive en México.
Ante ello, el sacerdote mencionó que las leyes son perfectibles, por lo que a pesar de cómo se encuentra aprobada, se deben de reconocer los límites que puede tener en la marcha para revisarla y a tiempo se pueda corregir.
Lo anterior con el objetivo de evitar “violaciones a los Derechos Humanos”, por considerar que se tiene que poner a prueba para conocer las fallas y corregirlas verificando sus alcances.
Consideró que no sólo el Ejército Mexicano puede intervenir en la procuración de la justicia, ya que se cuenta con otras instituciones para el mantenimiento de la paz y la tranquilidad de las comunidades, “al final, no se trata de ver cuál es la institución que mande, sino la verdadera intención y el plan que los regule”.
Opinó que en la aplicación de un programa de Seguridad se podría optar por un análisis profundo sobre las dependencias que se pudieran crear y cómo lo realizarán para que garanticen la pacificación, “pero no basta con las instituciones de seguridad”.