Orizaba.- Un avance del 50 por ciento registra el catálogo del patrimonio sacro de la Diócesis de esta ciudad.
La lentitud con la que avanzan los trabajos se debe a la falta de asesoría y al prejuicio, ante el temor de que este patrimonio se vuelva vulnerable, indicó el vocero y párroco, Helkyn Enríquez Báez.
A un año de que el obispo Eduardo Cervantes Merino manifestara la intención de realizar estos trabajos, el padre reconoció que hay cierta lentitud por tener un inventario del patrimonio histórico tangible e intangible, al recordar que el compromiso se realizó en el marco del Año de la Educación y la Cultura.
Comentó que ha sido más fácil en las zonas urbanas; sin embargo, aseveró que en las rurales se ha tenido una mayor dificultad, debido a las ocupaciones de los responsables de los santuarios.
Además, reveló que “algunos piensan que al contar con este catálogo se podría vulnerar la seguridad de lo que se posee. Tengo que reconocer que los trabajos van lentos; no como quisiéramos”.
Resaltó que hasta cierto grado esto es comprensible, porque la Diócesis de Orizaba es considerada como un decanato único y privilegiado, ya que es el que cuenta con más templos de origen colonial.
Tan sólo en esta ciudad se tienen 11 inmuebles catalogados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) como “lo que no hay en ninguna otra parte del Estado”.
Destacó que se necesita personal especializado para clasificar por su antigüedad las piezas que se tienen.
Recordó que la parroquia de la congregación Tequila está funcionando desde el inicio del Siglo XVI y que la sede del Calvario, donde se inició con la realización de los bautizos, entró en funciones desde 1564. Asimismo, el primer templo que se estableció data de 1642.
