TEXAS.- Un Juez Federal en los Estados Unidos dictó siete sentencias de cadena perpetua en contra de Marciano Millán Vásquez, un exmiembro del cártel de Los Zetas, por su participación en la muerte de al menos 29 personas en México y en acciones relacionadas con el narcotráfico que generó la masacre de al menos 300 personas en la zona Norte de Coahuila.
“Sin misericordia o aflicción, (Millán) brutalmente asesinó a todos y cada uno según le convenía a él y a su cártel, a veces infligiendo el más cruel dolor, obligando a los familiares a ver a sus seres queridos ser asesinados”, declaró el procurador federal Richard L. Durbin Jr, al anunciar la sentencia.
“La sentencia marca el fin de su reinado de terror sobre la plaza de drogas en Piedras Negras”, indicó.
En julio pasado, luego de un juicio de tres semanas, un jurado de una Corte Federal en San Antonio encontró a Millán alias el Chano culpable de los 10 cargos presentados en su contra, incluyendo asesinato vinculado al tráfico de drogas; y conspiración para distribuir e importar marihuana, cocaína y metanfetamina, así como para traficar armas.
Uno de los cargos contra Millán permitió que las autoridades estadounidenses pudieran acusarlo de homicidio cometido en otro País, ya que esos actos violentos formaron parte de una conspiración de drogas con conexiones a Estados Unidos.
Testimonios vertidos en el juicio revelaron que Millán era miembro de Los Zetas y que actuó como sicario, narcotraficante y distribuidor de armas hasta 2013, cuando asumió el control de la “plaza” de Piedras Negras para el cártel liderado por Miguel Ángel Treviño Morales y su hermano Óscar Omar Treviño Morales.
Los testimonios también revelaron que como “jefe de plaza”, Millán supervisó la importación y distribución de más de 100 toneladas de marihuana, y de decenas de miles de kilogramos de cocaína a Estados Unidos y obtuvo y distribuyó armas de fuego entre los miembros de Los Zetas.
Las pruebas vertidas en el juicio revelaron además que Millán fue responsable de los asesinatos de al menos 29 personas en el Norte de México, entre enero de 2009 y julio de 2015, además de una masacre.