Las icónicas zapatillas de rubí que Judy Garland usó en El Mago de Oz están nuevamente en el centro de atención, pero esta vez en una subasta que podría marcar el destino de uno de los tesoros más valiosos de Hollywood. De los cuatro pares originales conocidos de estas legendarias zapatillas, tres se encuentran en la colección privada de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. El cuarto, que actualmente se encuentra en venta, ha sido descrito por Forbes como el par de mejor calidad entre los existentes, lo que solo aumenta el interés de coleccionistas y fanáticos del cine.
Sin embargo, no todos ven con buenos ojos que estas zapatillas sean subastadas. La ciudad de Grand Rapids, en Michigan, lugar de origen de Garland, ha expresado su deseo de que las zapatillas regresen al museo que honra la memoria de la actriz. Para ello, se ha lanzado una campaña de recaudación de fondos a través del Festival Judy Garland, buscando reunir los recursos necesarios para recomprar las zapatillas y devolverlas a su “hogar legítimo”. Este esfuerzo ha contado con el respaldo de los legisladores de Minnesota, quienes este año aprobaron una partida de 100 mil dólares para apoyar la causa.
La historia de las zapatillas de rubí es tan fascinante como su valor histórico. En 2005, un robo conmocionó al Museo Judy Garland: las zapatillas fueron sustraídas de una de sus vitrinas. El ladrón, Terry Jon Martin, justificó su acción afirmando que había escuchado rumores sobre las joyas valiosas incrustadas en las zapatillas, valoradas en ese momento en un millón de dólares. Para llevar a cabo el robo, Martin rompió las vitrinas con un martillo y logró escapar con el botín.
El robo estuvo marcado por un largo proceso de investigación que culminó en 2018 con la recuperación de las zapatillas, gracias a una operación encubierta del FBI en Minneapolis. Aunque Martin se declaró culpable del robo en octubre de 2023, su estado de salud le permitió evitar una sentencia de prisión, recibiendo en su lugar un año de libertad condicional y una multa de 23 mil 500 dólares como indemnización al museo por los daños causados.
A pesar del escándalo, el robo aumentó el interés por las zapatillas, cuya actual valoración de mercado se estima en 3.5 millones de dólares. Janie Heitz, directora del Museo Judy Garland, comentó que, aunque el robo dañó la reputación del museo, también lo colocó en el mapa. “Se ha convertido en algo infame para nosotros, pero también tiene algunas consecuencias positivas”, señaló.
Con este nuevo capítulo en la historia de las zapatillas de rubí, la subasta no solo involucra la venta de un objeto de gran valor, sino que también pone en evidencia la lucha de una ciudad y un museo por preservar un pedazo de la historia del cine. ¿Podrán las zapatillas regresar a su hogar en Grand Rapids? El futuro de este famoso par de zapatos está, una vez más, en manos del destino.