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Las tragedias

Superiberia

La catástrofe natural. Y vuelve a ser Manuel, otra vez convertido en huracán, ahora tocando tierra en Sinaloa. Pero también es Jerry, él en las costas del Golfo. Como si la naturaleza se burlara de la sorpresa que provocó a todos con su embestida por ambas costas, con Manuel e Ingrid. La tragedia sigue y se va multiplicando. Más muertos, más daños. Más complicaciones para el rescate, para el envío de la ayuda, para el regreso de quienes se encuentran varados. Abusos de quienes hoy hacen su agosto con lo poco que pueden vender.

Estos días, nuestro país está enfrentado otra prueba más, otra de las tantas, que llegan por las inclemencias del tiempo, de las que nunca se tendrá una certeza real hasta que su proximidad sólo da tiempo de resguardo.

Para la tarde de ayer, seguía la evaluación que daba Miguel Ángel Osorio Chong junto al presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre. Precisiones más, precisiones menos, el asunto es que el panorama resulta poco alentador. Los cerros de la comunidad de La Pintada no soportaron la humedad y arrasaron con decenas de casas y, claro, con vidas humanas.

Al menos 60% del estado de Guerrero sufrió los estragos de Manuel, incluidas localidades importantes como Acapulco y Chilpancingo. En Sinaloa, donde pisó tierra ayer, ya van 100 mil damnificados y cerca de dos mil 200 personas que han sido evacuadas en cinco municipios, incluida la capital, Culiacán.

No deja de llover y los pronósticos dicen que no dejará de hacerlo en los próximos días. Lo que dificulta más el rescate y la evaluación de daños con una mejor precisión. A esperar a que el agua al fin ceda el paso.

La magisterial

El desalojo del Zócalo de la semana pasada con la celebración del 16 de septiembre como pretexto, mandó a la CNTE al Monumento a la Revolución. Aunque, como escribía ayer Carlos Elizondo: “A muchos maestros les permitió justificar su regreso, aunque los más radicales se quedarán un rato más en la Ciudad de México…”.

Y es que, aunque se anuncia que llegan más maestros en apoyo. Aunque incluso, en un acto de total  insensibilidad, Andrés Manuel López Obrador invitaba a sus simpatizantes a llevarles ayuda a los campamentos -esto escrito en un par de tuits que borró después, ante la crítica-. A pesar de eso, y la suma del apoyo que están dando algunos sectores del estudiantado de universidades… el movimiento magisterial ya no está tan fuerte, ni a su interior, como lo estaba hace unas semanas.

Entre los maestros que se fueron y los que decidieron quedarse, sí hay un vacío que, aunque siguen logrando desquiciar las calles, se quedan cortos en perspectiva. O de qué les sirve manifestarse frente a Gobernación, ¿no se habrán enterado aún de la emergencia que tiene al Presidente y al gabinete trabajando en distintos estados del país? Curiosamente, algunos de los estados de donde la CNTE viene y donde toda esa fuerza que intentan mostrar para echar abajo una reforma ya aprobada, vendría bien en las labores de rescate.

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