La elección de la ropa interior puede parecer trivial, pero su impacto en la salud es significativo. La Secretaría de Salud advierte que una mala elección puede provocar problemas como infecciones genitales y urinarias. Pero, ¿qué hay de las tangas? ¿Son realmente perjudiciales para la salud?
El uso de tangas ha generado debate por años. Autoridades sanitarias en México alertan que estas prendas pueden aumentar el riesgo de infecciones en la zona vaginal y las vías urinarias. La falta de ventilación adecuada y la mayor humedad propician la proliferación de microorganismos.
Sherry A. Ross, obstetra-ginecóloga en Santa Mónica, California, confirma que el diseño de las tangas puede facilitar que bacterias dañinas del colon lleguen a la vagina y la vejiga. “El diseño anatómicamente hostil puede incrementar el riesgo de infección”, afirma Ross. Además, la especialista Jill M. Rabin señala que la bacteria E. coli, común en el colon, puede trasladarse a la vagina y la uretra, aumentando el riesgo de infecciones.
La talla de la tanga también es crucial. Una prenda demasiado pequeña puede causar pellizcos y arrugas, mientras que una demasiado grande puede deslizarse, provocando irritaciones. Los hombres, por su parte, pueden enfrentar lesiones por estrangulamiento o enredo de los genitales si usan tangas de talla incorrecta.
El dermatólogo David E. Bank apunta que las tangas pueden causar rozaduras y fricción debido a su diseño. Sin embargo, un estudio publicado en The Journal of Obstetrics and Gynecology Research en 2019 no encontró un aumento significativo en infecciones urinarias o vaginosis bacteriana en mujeres que usaban tangas regularmente, aunque sí se reportaron más infecciones por hongos en aquellas sin entrepierna de algodón.
¿Cómo elegir la ropa interior adecuada?
Los expertos recomiendan algunas pautas para minimizar riesgos:
- Opta por ropa interior de algodón o con un puente de esta fibra para permitir la transpiración y absorción de humedad.
- Usa la talla correcta: ni demasiado grande ni demasiado pequeña.
- Mantén una buena higiene íntima.
- Cambia la ropa interior diariamente o con frecuencia en caso de sudoración o menstruación excesiva.
- Deshecha la ropa interior rota, manchada o de talla incorrecta.
- Lava la ropa interior con agua caliente y detergente.
La dermatóloga Rochelle Torgerson, de la Clínica Mayo, concluye: “La elección de la ropa interior es una cuestión de preferencia personal. Si te sientes cómodo con una tanga, está bien. No hay nada intrínsecamente malo en este estilo, siempre y cuando sigas buenas prácticas de higiene.”
En resumen, si bien las tangas pueden tener algunos riesgos, seguir las recomendaciones de higiene y elegir el tamaño adecuado puede ayudar a evitar problemas de salud. La clave es el equilibrio entre comodidad y cuidado.
